Cuando uno quiere tener hijos y el otro no


Las relaciones de pareja suelen ser complejas y más si se trata de comprender e intentar satisfacerle sus deseos.
No siempre coinciden los de uno y otro, y muchas veces son tan contrarios que las parejas terminan destruyéndose.

Uno de los problemas mas frecuentes en una relación es la de cuando y cuantos hijos tener y existen muchas parejas en que la falta de acuerdo es total.

No se debe generalizar, pero la experiencia dice que cuando dos personas se aman de una forma madura y armoniosa hay una tendencia natural a querer manifestar ese amor teniendo un hijo al menos.

Sin embargo existen otros casos en los que son parejas que viven en un espacio dedicado a la casi total exclusividad el uno del otro, que no hay espacio para un tercero. Por lo que se marcan un tiempo solo para ellos, tras el cual, llegarán los hijos. Éste puede verse alterado cuando la mujer siente y es consciente de su reloj biológico.

Otras personas no quieren tener un hijo con su pareja ya que este hijo sería la manifestación de un compromiso y esto es algo a lo que no están dispuestos a acceder y sus prioridades pasan por querer quedarse en el papel de ser una persona sin compromisos.

Cuando esto es irremediable, las parejas terminan por separarse, pues el problema es sentido como una falta de amor de lealtad y de compromiso. Y generalmente termina en separación.

Por eso es tan importante abordar este tema en el período de enamoramiento y noviazgo; es fundamental dejar claro la posibilidad de ser padres en un futuro para que ambos sepan hasta donde llegar en el compromiso del uno con el otro, y así evitar sorpresas futuras.

Hablar sobre los problemas sexuales


Aunque muchos expertos creen que la mayoría de los matrimonios dar por finalizada su vida en común por problemas económicos, problemas como el sexo, tiene mucho que ver en las rupturas. Normalmente, el sexo, suele convertirse en el principal problema en la vida marital de muchas personas, aunque este problema no se hable tan fácilmente como otros.

Se dice, que los buenos amantes se hacen, no nacen. Es por esto que debes esforzarte por aprender poco a poco cosas sobre tu sexualidad y la de tu pareja. La comunicación es la clave para lograr a tener una excelente vida sexual. Esta comunicación es imprescindible en todas las parejas: recién casados, parejas mayores, etc. Aquí tienes algunos consejos que os pueden ayudar:
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Reparto de tareas domésticas


El asunto de las tareas domésticas en el ámbito de las relaciones de pareja, se ha convertido en muchos casos en un tema delicado por el que se han producido muchas discusiones e incluso rupturas.

Concretamente se trata de la repartición de los trabajos domésticos de la casa de manera equitativa. Y aunque se trate de repartirlas lo mejor posible, el mayor problema que nos encontramos es que la mujer por lo general, termina haciendo más que el hombre al menos dentro de la casa.

La verdad es que no hay justificación válida para esta inequidad. Basta con darse cuenta que ambas personas están viviendo bajo el mismo techo para que el sentido común dicte un reparto equitativo de las tareas.

Obviamente igualdad no significa que marido y mujer deban hacer exactamente lo mismo en el hogar ni dedicar exactamente el mismo tiempo al trabajo de la casa. Lo ideal sería que cada cual se ocupara de aquello que haga mejor, que las tareas del hogar estén compartidas y que ambos reconozcan y valoren lo que hace el otro.

Aunque existen muchos quehaceres en los que ambos pueden colaborar. El asunto se reduce entonces a una comunicación efectiva con la pareja acerca de este tema, y la manera detallada del mismo será lo que mejor resultado brinde a la pareja.

Cuando las reglas son claras desde un principio, la relación marcha de un muy buen ánimo. Cada uno de los componentes de la pareja sabe las tareas diarias que tiene que hacer y puede distribuir mejor su tiempo libre tanto para la pareja como tal, como para su yo individual. Evidentemente, esto tiene gran repercusión en el desarrollo de la vida conyugal.

Parejas posesivas


Uno de los mayores problemas en las relaciones amorosas, es tener una pareja posesiva y celosa. Debes descubrir poco a poco si la persona con la que estás es posesiva, ya que esto os puede traer muchos problemas. Muchas personas pasan de amar y adorar a alguien al querer tener un completo dominio de cada uno de sus movimientos.

La mayoría de este tipo de personas, no tienen una gran confianza en sí mismos y tratan de hacer que su pareja se transforme en alguien que tiene total dependencia de ellos para así sentirse más seguros y con una mayor dignidad. Esto, no es fácil de observar al principio de la relación pero, poco a poco, irán evidenciándose los síntomas de la posesión.

Comenzará a poner problemas cuando vas a quedar con tus amigos o familia. Según esa persona, lo mejor es que paséis mucho más tiempo juntos los dos solos. Tu vida personal y tu vida social pronto tomarán el asiento de la parte trasera de la relación, mientras que sus gustos y sus prioridades se sentaran en el asiento del conductor.

Te harán creer en la suerte que has tenido de encontrar una persona como él. No hagas caso y no centres tu vida en esa persona. No debes descuidar tus amistades de siempre por mucho que a esa persona no le agraden. No debes olvidar que una cosa es que quieras estar con alguien que te cuide y te proteja, esto es muy diferente a una persona que sólo quiera poseerte y convertir tu vida en un infierno.

Soy incapaz de decir “no”


A menos que sea una excepción, es mejor abstenerse de hablar o hacer cosas que pueden lastimar a otras personas. Esto debe ser una de las bases de cualquier tipo de relación ya sea esta amorosa o amistosa. Recuerda que hacer daño a una persona que te quiere puede ser muy fácil. Ahora bien, el problema llega cuando eres incapaz de decir “no” a cualquier persona.

Con referencia al mundo del amor, es muy importante que aprendas a decir no. Cuando te decimos esto, no nos referimos sólo a las infidelidades; si alguien que no te gusta, te propone comenzar a salir, no le hagas daño dándole falsas esperanzas y manteniendo la “chispa”. Debes saber negarte pero, eso sí, de manera educada.

Debes se cortés pero firme. Si no sientes nada por alguien, pero no sabes declinar su oferta, esa relación no será nada buena para ninguno de los dos. Muchas personas, para evitar enfrentarse al temido “no”, deciden utilizar trucos tontos como el de evitar encontrarse con esa persona o no coger las llamadas.

Lo único que se consigue con esto, es crear una tensión innecesaria que os puede afectar a los dos. Es comprensible que no quieras que la otra persona se sienta mal, pero siempre hay formas muy elegantes de rechazar una oferta sin tener que herir a nadie. No debes recurrir a la crítica o a la negatividad hacia esa persona para expresar tu desinterés por ella. Debes ser coherente con tus pensamientos y decirle “no” a esa persona.

Tu pareja necesita su espacio


Normalmente cuando las relaciones de pareja comienzan a formalizarse, se tiende a pasar del “yo” a “nosotros”. Se dejan de hacer planes individuales para organizar actividades en común. En definitiva, se piensa por los dos.

Está muy bien compartir, querer estar con tu pareja en los ratos libres. Pero como todo en exceso, puede ser perjudicial para vuestra relación.

Esto puede ocurrir cuando anulamos el espacio que ha tenido nuestra pareja antes de vivir en compromiso, ya que algunas personas quieren tener el control de la vida de la otra persona, cuando en realidad nos unidos en un compromiso para compartir no para controlar.

Un buen consejo es que se conozca lo mejor posible a nuestras parejas, antes de comprometernos. Sólo el amor no es suficiente para conseguir estabilidad en la relación.

Y un ingrediente muy necesario es la compatibilidad, ese algo que muchas veces ignoramos y que es muy vital para evitar una relación conflictiva. Por ejemplo si sabes que tu pareja le gusta quedar todos los fines de semana para jugar al fútbol y eso a ti te desagrada enormemente, es algo que debes considerar al momento de tomar una decisión si te comprometes o no con esa persona.

Si tu no tienes el carácter de tolerar o adaptar ese espacio que necesita tu pareja para estar agusto, o si piensas que puedes cambiar esos «malos hábitos», estas equivocado/a.
No existe el cambio de la noche a la mañana y muchos menos bajo presión o amenazas.

Puede ser que al inicio por el amor que exista te haga caso, evite salir o hablar del tema pero eso no te asegura una relación de pareja estable y duradera, debes de involucrarte de manera inteligente en todo caso a su rutina, pero al igual debes entender que todos necesitamos nuestro espacio para con los amigos, la familia, la mascota, etc.

La mejor manera de decir adiós


Cuando se termina una relación por los motivos que sea, lo más duro para ambas partes es afrontar la situación y poner las cosas en su sitio.

El amor se termina por diferentes razones bien porque simplemente se esfumó el interés o porque apareció otra persona y es el momento de plantearse como romper con la pareja.
Llegados a este punto, debes cortar cuanto antes con esa relación y para ello hay algunas sugerencias al respecto.

Romper con la pareja no es sencillo.

Esto varía según el tipo y el tiempo que se lleve de relación; será más sencillo romper con alguien que se conoce hace unos meses que con una pareja establecida o un matrimonio, cuanto más cosas tengan en común mayor será la dificultad.

Pero en cualquiera de los casos debes tomar esa decisión, pero existen ciertas formas que debes evitar:

Nunca busques crear una pelea como excusa para romper y de esa forma hacer creer a la otra persona que no querías romper la relación pero el enfado te llevó a ello.
Está muy mal que otro se humille cuando tú sabes que no vas a volver.

No culpes al otro de la ruptura. Si transfieres las culpas para romper la relación es posible que te sientas bien pero la otra persona creerá que la pareja se terminó por sus fallos y se sentirá muy mal.

– Tampoco digas que necesitas alejarte un tiempo para pensar, insinuando que es una separación pasajera. Lo correcto es dejar a los demás en total libertad para rehacer su vida.

– Cómo romper una relación de pareja es algo muy personal pero la mejor forma es explicar a la otra persona que el amor se terminó, que no es por nada que haya hecho, no es su culpa, simplemente tus sentimientos cambiaron.

Así estarás demostrando respeto hacia él o ella porque actúas con sinceridad y no con engaños que causarán más dolor.

La venganza de la mujer infiel


Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, pero que se come muy caliente. La infidelidad en la mujer tiene razones diversas y muy íntimas. Se pueden dar muchas circunstancias para que una mujer sea infiel a su pareja, pueden ser sentimentales, sexuales o incluso motivadas por la pasión, el odio, los celos o la venganza. Las razones más comunes para la infidelidad femenina son:
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¿Por qué discuten las parejas?


Las discusiones en pareja son necesarias ante los desacuerdos lógicos entre dos personas, para negociar soluciones ante los problemas o expresar opiniones aún con distintos puntos de vista.

El problema es que hay parejas que no saben discutir, no se escuchan ni se centran en las soluciones, sino en buscar culpables y defender sus respectivas posturas, a veces de forma agresiva ya sea enfadados o gritando. Por eso cualquier tema en el que haya desacuerdo, puede provocar discusiones destructivas donde lo importante es ganar al otro.

En general, las parejas suelen discutir por temas de la familia política o por la educación de los hijos, si los hay. Cuando se discute en pareja, suele ceder el más inhibido, el que huye de los conflictos o convive con una persona con un estilo de comunicación más agresivo.

Para que las discusiones no lleguen a ser tan molestas y podamos disfrutar más de los momentos agradables con nuestra pareja, seguid estos consejos:

– Utilizar las frases “a mi me molestas” o “yo siento” es menos dañino que soltar una crítica compulsiva hacia la actitud del otro.
– No tratar de convencer al otro que está equivocado ni pretender cambiar sus percepciones, hay que aprender a aceptar al otro con sus propias opiniones.
No evadir el conflicto. Si uno se va o corta el teléfono, es muy dañino para la relación, porque puede resultar para la pareja como algo tremendamente agresivo.
– Ponerse en el lugar del otro antes de que el gran conflicto estalle, porque cuando se está enfadado es muy difícil ser objetivo y lograrlo.
– Ser siempre respetuoso. Este factor es fundamental en una relación de pareja y bajo ningún punto de vista debe perderse.
– Eliminar las ironías.
– Saber pedir perdón y aceptarlo cuando la otra parte se muestre arrepentida.

La personalidad de tu pareja


Si el mundo fuese realmente tan perfecto como el que se ve en las películas románticas, seguro que no tendrías ningún problema en encontrar a tu pareja perfecta. No importa lo bien que te vaya todo, encontrar tu media naranja puede convertirse alguna veces en todo un reto. A veces, por no quedarte sol@ aguantas día a día a esa persona con la que no tienes nada en común. Fíjate en cómo es vuestra relación y como es la personalidad de la otra persona.

– Persona abusiva
Si la persona con la que convives tiene un temperamento fuerte e incluso abusivo, ten cuidado con esa relación. Puede que, en principio, todo sea agradable pero poco a poco la relación se irá transformando en algo insostenible. No debes aguantar ni abusos físicos ni verbales.

– La persona más importante de su vida es ella misma
Para esa persona ella es la que más trabaja, la que más estudia, la que todo lo hacer mejor, etc. Tú llegarás a ser un simple objeto para satisfacer sus necesidades. Esa persona considera que está en un nivel superior y tú, nunca alcanzarás su superioridad.

– Rarezas
Todo el mundo tiene rarezas o manías pero siempre hay un límite ¿no crees? Existen personas que a veces son demasiado impredecibles. A veces, incluso, les cuesta compartir sus problemas y mostrar sus sentimientos. Una relación así puede convertirse en algo insoportable. Intenta hablar con esa persona para solucionar esas rarezas pero, si ves que nada cambia plantéate el futuro de la relación.