Reparto de tareas domésticas


El asunto de las tareas domésticas en el ámbito de las relaciones de pareja, se ha convertido en muchos casos en un tema delicado por el que se han producido muchas discusiones e incluso rupturas.

Concretamente se trata de la repartición de los trabajos domésticos de la casa de manera equitativa. Y aunque se trate de repartirlas lo mejor posible, el mayor problema que nos encontramos es que la mujer por lo general, termina haciendo más que el hombre al menos dentro de la casa.

La verdad es que no hay justificación válida para esta inequidad. Basta con darse cuenta que ambas personas están viviendo bajo el mismo techo para que el sentido común dicte un reparto equitativo de las tareas.

Obviamente igualdad no significa que marido y mujer deban hacer exactamente lo mismo en el hogar ni dedicar exactamente el mismo tiempo al trabajo de la casa. Lo ideal sería que cada cual se ocupara de aquello que haga mejor, que las tareas del hogar estén compartidas y que ambos reconozcan y valoren lo que hace el otro.

Aunque existen muchos quehaceres en los que ambos pueden colaborar. El asunto se reduce entonces a una comunicación efectiva con la pareja acerca de este tema, y la manera detallada del mismo será lo que mejor resultado brinde a la pareja.

Cuando las reglas son claras desde un principio, la relación marcha de un muy buen ánimo. Cada uno de los componentes de la pareja sabe las tareas diarias que tiene que hacer y puede distribuir mejor su tiempo libre tanto para la pareja como tal, como para su yo individual. Evidentemente, esto tiene gran repercusión en el desarrollo de la vida conyugal.

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