La custodia de los hijos


Cuando una pareja decide separarse o divorciarse y tienen hijos en común, inevitablemente el paso siguiente después de tomar tan dura decisión, es el de cuestionarse a quién de los dos le corresponderá la custodia de los niños.

La ley dice que, tras una separación o un divorcio, la guardia y custodia de los hijos puede ser adjudicada a cualquiera de los dos progenitores. El juez tomará la decisión final analizando diversos factores, aunque en el 95% de los casos, la sentencia es favorable a la madre.

Es un concepto jurídico que define con quién va a convivir el hijo después del divorcio o separación. Si hay mutuo acuerdo entre los dos progenitores, el juez puede ratificar lo que han acordado ambos si ello no implica riesgo para el menor. Si no hay acuerdo previo, la justicia decide basándose factores como:

No separar a los hermanos.
– Tener en cuenta las necesidades afectivas y emocionales de los mismos.
– La cercanía de otros miembros de la familia (como los abuelos).
– La disponibilidad de los padres para poder atenderles mejor o peor.
– Si alguno de los padres sufre algún tipo de adicción, enfermedad mental o vida desordenada.
– La dedicación que haya tenido cada progenitor a sus hijos, antes de que se produjera la ruptura. Generalmente es la madre y por esta razón se adjudica la custodia a ella en la mayoría de los casos.

En cuanto al régimen de visitas es el tiempo que el niño convive con el progenitor que no posee la custodia. Lo más común es establecer un régimen de visitas de fines de semanas alternos y períodos vacacionales al 50%.
Cuando no existe acuerdo, es obligatorio establecer los períodos, días y horas de recogida, y quién se encargará de ir a buscar a los menores.

¿Tengo miedo al compromiso?


Muchas personas viven una situación de contradicción en cuanto al amor, pues por un lado desean encontrar a su media naranja, y por otro, les da miedo el compromiso que conlleva una relación.

El miedo surge ante la expectativa de cambio y a la adaptación a una forma de vida diferente. Además también influye el hecho de que actualmente los mensajes que nos llegan sobre el tener una pareja, conllevan una valoración negativa, que llevan a pensar que compartir la vida con otra persona, traerá más problemas que beneficios.

Por lo general son personas que temen el compromiso consigo mismos, con su autonomía, les asusta ser responsables de sus actos y consecuencias, de tomar decisiones, de expresar sus opiniones. Al principio se trasforma en una personalidad que se adapta fácilmente a todo, para después entrar en conflicto y acabar acusando a los demás o a las circunstancias de lo que le pasa.

Otras causas del miedo al compromiso pueden ser: temor a perder el control de la propia vida, la incapacidad para expresar nuestros sentimientos o no querer sufrir si esa persona se acaba enamorando, y la relación se rompe.

Evitar el compromiso no es la solución, pero afrontar el miedo y reconocerlo, sí. Para ello, es imprescindible poder encarar una situación de cambio sin que implique ser un descontrol. La autoconfianza nos hará sentirnos valorados y evitará que pensemos que siempre nos harán daño.

De lo contrario, el resultado en la relación de pareja puede llegar a la ruptura por la falta de estabilidad y por no poder ejercer el control absoluto de la relación.

¿Qué es la terapia de pareja?


La terapia de pareja es un buen camino a seguir cuando el diálogo entre los dos se ha deteriorado; pero una fuerte razón, como el gran amor que se han brindado en el pasado, empuja a los integrantes de la pareja a reconstruir la armonía original, o a elaborar códigos de convivencia nuevos, que permitan a la pareja seguir adelante y vencer la prueba del tiempo.

Toda relación de pareja, ya sea de noviazgo o matrimonio puede pasar por distintos momentos de enojo, tristeza, dificultad, etc.
Sea cual sea la situación, es importante que si no es posible superarlos por si mismos, se debe buscar ayuda para solucionarlos.

La duración de cualquier terapia depende del problema a resolver.
Las sesiones se suelen desarrollar con entrevistas individuales y luego una conjunta y suelen durar hora y media como mínimo.

¿Qué pasos hay que seguir?

1) Asumir que se tiene un problema. Normalmente uno de los componentes de la pareja tiene resistencia a empezar la terapia. Se debe hacer comprender al otro que es necesario buscar la ayuda de un profesional para superar vuestra situación.

2) Reconocer los estados emocionales. A través del dialogo las parejas aprenderán a reconocer sus estados de ánimos y aprenderán a actuar en consecuencia.

3) Profundizar el diálogo. Deberán hacerlo como ejercicio vital de saneamiento. Si uno no sabe como se siente el otro, nunca podrán entenderse.

4) Entender que el otro también es un ser humano. Y ello conlleva saber comprender que también tiene errores, debilidades, etc, diferentes a las nuestras.

5) No repetir los mismos errores. Muchas parejas caen en la descalificación o agresión cuando están siendo analizadas, quedando atrapadas en el círculo vicioso del rencor.

6) Ser consciente de la diferencia de personalidades. Intentar modificar la personalidad de un ser humano conlleva a choques y problemas. Hay cosas arraigadas en la personalidad que ninguna terapia podrá cambiar.

Stop al maltrato psicológico


El maltrato psicológico consiste en una serie de actitudes cuya finalidad es despertar en la otra persona sentimientos y emociones negativas como vergüenza, miedo, rabia, angustia, impotencia, humillación, etc.

Pero para considerar que existe maltrato psicológico en la relación de pareja, las agresiones deben ser constantes y repetidas a lo largo de cierto tiempo, no pudiendo considerarlo cuando se trate de un incidente puntual o aislado.

El inicio depende de las personas que compongan la relación y de diversas circunstancias. En algunos casos es en el noviazgo donde se comienza a dar muestras de violencia psicológica, pudiendo manifestarse en cualquier momento de su relación.

¿Qué características tiene el maltrato psicológico?
Celos posesivos y enfermizos hacia la víctima.
Insultos, gritos y comentarios despectivos machistas si la víctima es mujer, o feministas, si es hombre.
Amenazas con daño físico o abandono.
– Presionar o chantajear a la víctima para tener relaciones sexuales con ella, no estando ésta muy conforme en la mayoría de los casos, pero suele ceder por miedo.
– Golpes a objetos, puertas, etc; para intimidar a la víctima.
Espiar y seguir constantemente los movimientos de la persona maltratada.
– Limitar el contacto con familiares o amigos.
– Insistencia en la poca valía del maltratado/a y en su poca capacidad para hacer bien las cosas.
Desanimar a la víctima para que no luche por lo que quiera impidiendo su promoción personal y profesional.

Para salir de esta situación es muy importante que la víctima entienda que no es culpable del trato que recibe, que no se merece las faltas de respeto, insultos, desvalorizaciones y desprecios .
Para ello el apoyo familiar ayuda a que la víctima comience a percibir otra realidad donde se le trate como se merece: con respeto y dignidad.

Cambios sospechosos en tu pareja

pareja
Puede que tu pareja pueda estar sufriendo algunos cambios que, a primera vista, no te indiquen nada, pero ¿puede que estos cambios sean motivo de una infidelidad? Algo no va bien si:

– Encuentras pastillas anticonceptivas o preservativos por alguno de sus cajones

– Se crea una nueva cuenta de correo electrónico y no te dice nada al respecto

– Supuestamente se va a dar una vuelta sol@ y tarda 3 horas

– Se compra ropa interior nueva

– Coge una nueva línea de teléfono

– Habla en voz baja por teléfono y cuelga rápidamente cuando apareces

– Empiezan a producirse cambios repentinos en su forma de vestir y comienza a gustarle otro tipo de música

– En vuestras cuentas bancarias empiezan a bajar los saldos sin comentarte nada

– No te besa igual

– Cambio de actitud hacia todo el mundo

– Se producen discusiones tontas que terminan con su desaparición por la puerta. Tarda en volver bastante tiempo y no te coge el teléfono

Puede que todos estos cambios en tu pareja se deban a una crisis temporal que poco a poco iréis solucionando pero, también puede tratarse de una infidelidad. No evites el tema y siéntate a hablar con tu pareja sobre todos estos cambios. Como te hemos comentado con anterioridad, lo mejor que puede tener una pareja es una buena comunicación. Gracias a esta comunicación podréis solventar muchos problemas que pueden afectar a vuestra vida en pareja.

Justificar las infidelidades


Hay casos, en los que las personas que son infieles a su pareja piensan que en realidad ese desliz no es una infidelidad como tal. Tratan de justificar su acto explicando que lo que sucedido no puede considerarse como un engaño. Puede que la explicación final recaiga en una “situación casual” que debe ser perdonada. Aquí tienes alguno de estos curiosos engaños, supuestamente, justificados:
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Dudas con tu nueva relación


Estás entusiasmad@ con esa nueva persona con la que has empezado a salir pero, es normal que tengas dudas sobre la relación que estáis empezando a tener. ¿Es esa persona perfecta para ti? Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar:

– Amigos y familiares
Si tus amigos y tu familia no están contentos con esa persona que has elegido, piensa que es lo que sucede. Tus amigos y tu familia son las personas que mejor te conocen, así que si todos están a disgusto con tu nueva pareja debes reflexionar sobre si esa relación te conviene o no.

– Estás preocupad@
Te estás dando cuenta de que para esa persona hay infinitas cosas más importantes que tú: el futbol, los amigos, su coche, etc. Esa persona puede que esté demasiado preocupada por sí misma y que no te sepa dar lo que tú mereces. Plantéate seguir con ella.

– “Te quiere” el primer día
Si el primer día ya te dice que te quiere y tú consideras que es demasiado pronto para afirmar algo así, puedes pensar dos cosas: que no sabe lo que significa decir algo así o, simplemente, es mentira.

– No es demasiado educad@
Te pone en evidencia un montón de veces e incluso, a veces, te trata mal y te pierde el respeto. Deja a esa persona que no te conviene para nada.

– Problemas con el dinero
Nunca paga nada y siempre está pendiente de sus gastos. Te hace llamadas perdidas para no gastar y se enfada si coges un hotel de 4 estrellas en vez de un hostal. Que pesadez ¿no? Habla con la persona antes de cortar drásticamente la relación.

Mitos sobre la infidelidad


Siempre que hablamos de amor o de infidelidad, solemos abordar diferentes cuestiones basadas en mitos e ideas preconcebidas. La mayoría de las veces, pensamos que esos comentarios que hemos oído durante tanto tiempo son verdaderos sin darnos cuenta de que estos no tienen por qué ser verdad. Aquí tienes alguno de esos mitos:
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Me gusta el novio de mi amiga


Suele ser bastante frecuente que algunas mujeres sientan envidia de sus amigas porque son más guapas, tienen un empleo mejor que el nuestro, tienen más dinero, o simplemente porque tienen el novio que a ellas les gustaría tener. Si te sientes atraída por el novio de tu amiga, lo mejor es ser muy honesta contigo misma y pensar la razón por la cual te has fijado en él. Puede que solo sea un capricho, pero te puede costar una amistad.

Todos tenemos derecho a equivocamos y más en asuntos del corazón. El amor puede confundirnos cuando estamos necesitados de cariño, si estamos pasando una mala racha o tenemos la autoestima baja. Si has caído en la tentación de enrollarte con su novio, seguramente contárselo a tu amiga le haga un daño irreparable.

Nuestro consejo es que ocultárselo si estáis completamente seguros de que no va a volver a pasar. Ha sido simplemente una noche de pasión. El chico tiene que tener claro que la quiere a ella o que no está enamorado. Si tiene dudas quizás puedas tener una oportunidad, pero en ese caso no hagas planes con él a espaldas de tu amiga.

Nunca te líes con el novio de tu mejor amiga. Estas cosas siempre acaban mal, seguramente ella se acabe enterando y su novio te habrá utilizado para darse un capricho que le puede costar muy caro. Si estás enamorada y sabes que no te conviene, olvídalo. Sabemos que no es fácil, pero es lo que tienes que hacer si quieres ser feliz.

Volver a empezar con tu anterior pareja


Puede que esta historia te suene: pareja que lleva años junta y todo marcha perfectamente. El tiempo pasa y, aunque están enamorados, la pareja termina separándose. Hoy en día uno de los dos sigue profundamente enamorado. Esa persona sigue siendo la dueña de la mayoría de sus pensamientos. Como siguen manteniendo el contacto, finalmente la otra persona también confiesa que sigue enamorada. De acuerdo, puede que sean el uno para el otro pero, los dos tienen ahora pareja.

¿Qué se debe hacer en una situación como esta? Lo primero que debes hacer es sentarte a reflexionar. Debes saber qué es lo que quieres hacer con tu vida y si en realidad quieres empezar de nuevo con esa persona. Piensa que este nuevo comienzo puede que no dure para siempre. Debes tener siempre presente tu relación actual. ¿Quieres a tu nueva pareja? ¿No te importa hacerla daño?

Lo que no debes hacer es alargar una situación que pueda hacer daño a bastante gente. Habla con tu ex pareja y analiza detenidamente la situación. Simplemente este “nuevo” amor puede ser una fantasía o un capricho que cuando se cumpla puede volver a aburrir. Si después de analizar todo, ves que en realidad quieres volver con ella, debes actuar.

No presiones demasiado y no fuerces la situación, si los dos queréis volver a estar juntos, todo surgirá de manera natural. Si decidís quedar juntos relájate y disfruta de la cita pero recuerda; tienes una persona en casa que te está esperando. Conclusión: no hagas daño a tu pareja actual. En definitiva, no estás enamorado de ella pero piensa que ella sí lo está de ti.