Controlar los celos


Las personas somos celosas de nuestra intimidad por naturaleza, por eso cuando detectamos que otra persona atrae la atención de nuestra amada puede ocurrir una respuesta emocional, mental y conductual llamada celos, en definitiva nos sentimos amenazados y tenemos miedo a perder aquello que tanto queremos. Los celos son naturales y muestran un sentido de posesividad e inseguridad, pero pueden acabar destrozando una relación si no se controlan. En definitiva, los celos pueden ser causados por una relación sentimental o interpersonal de cualquier tipo. No hace falta que nuestra pareja se vea a escondidas con otra persona.

En nuestra vida diaria podemos sentir celos cuando nos veamos en una situación comprometida, lo que acaba generando un ambiente hostil y desagradable. Cuando los celos se vuelven incontrolables es necesario tomar una decisión y cortar de raíz aquello que nos genera esa sensación. También existen los celos enfermizos, generados cuando la inseguridad supera a la persona que se ve envuelta de pensamientos negativos, frustrantes y desoladores. Eso es fatal para la pareja, ya que trae consecuencias muy negativas.

Para no tener celos es fundamental tener una actitud receptiva, abierta y no tener pensamientos negativos sin razones aparentes. La desconfianza dinamita una relación de pareja. Intenta reflexionar sobre tus sentimientos, averigua realmente su origen. Luego háblalo con una persona de confianza pero imparcial, seguramente como tendrá otro punto de vista te ayudará a superar la situación y a reconducir tu relación de pareja. Finalmente, es fundamental evitar sentirse la víctima de lo sucedido, todos somos responsables de nuestros actos y debemos aceptar las consecuencias, ya sean buenas o malas.

Señales de alarma en la pareja


Las parejas no son estables por naturaleza, tienen momentos mejores y momentos peores a lo largo del tiempo. En la mayoría de las ocasiones, la acumulación de pequeños problemas, que no son tratados abiertamente para solucionarlos, son la causa más frecuente de ruptura en una pareja. Reconocer las señales de alerta en tu pareja es importante para evitar conflictos y problemas.

Cada vez menos tiempo juntos: En ocasiones, es difícil conciliar la vida profesional con la personal, el tener agendas tan diferentes hace que cada vez la pareja tenga menos tiempo para verse. Esto ocurrir durante un período razonable en las que otras actividades requieran casi todo nuestro tiempo. Pero si el motivo no es coyuntural, es momento de hablarlo con tu pareja e intentar encontrar momentos para estar unidos.

Menos relaciones sexuales: Si el contacto físico ha disminuido progresivamente no es buena señal. Eso puede darse en la intimidad sexual o en los pequeños gestos cotidiano. La falta de contacto físico hace que la pareja se distancie y entorpece la comunicación. Evita la rutina y procura recuperar el contacto físico y reconfortarse en la compañía del otro.

Tu opinión ya no importa: Cuando la pareja toma decisiones sin consultar, puede ser fuente de importantes problemas. Significa falta de confianza o compromiso. ¿Sientes que tu opinión ha perdido importancia? El nivel de comunicación sirve para evaluar la relación. Sin comunicación no tendréis nada en común.

No hay planes de futuro: Los proyectos a largo plazo son parte fundamental para impulsar cualquier relación humana. Si los planes compartidos a futuro, son cada vez menos conversados, atractivos o frecuentes. Será necesaria una conversación sincera con tu pareja al respecto.

No tengas dudas o sospechas. Si hay temas que te inquietan, lo mejor que puedes hacer es hablarlos. Si te los callas pueden haber recelos y entorpecer la relación. Recuerda que lo que erosiona un vínculo es el ocultamiento, el engaño o la mentira.