Celos@s y posesiv@s


Las personas celosas no se hacen, sino que nacen. De hecho, son muchos los estudios realizados en torno a los hombres y mujeres que sufren porque alguien mira o habla a su pareja y todos coinciden en las mismas conclusiones: los celos son una cualidad innata, no atienden a razones y son muy difíciles de evitar.

Y es que para una persona celosa es realmente un esfuerzo no enfadarse o no sentirse mal cuando ve a su novio/a en una situación que no le parece la correcta. Por esta razón, si descubres que tu pareja tiene esta forma de ser debes entenderle y escucharle para poder ayudarle en su problema, porque muchas veces los celos son una manera de manifestar su propia inseguridad o un conflicto entre ambos sin resolver.

Pero tenemos que tener claro hasta donde estamos dispuestos a aguantar. Si ya de por sí los celos son difíciles de soportar, cuando se convierten en algo constante y enfermizo, son inaguantables, por lo que debes ponerte firme antes de que vuestra relación se convierta en posesiva y no puedas tener independencia en absolutamente ningún aspecto de tu vida.

Está claro que, como ocurre en todos los conflictos de pareja, no debemos provocar a la persona celosa, pero también es evidente – o incluso más, si cabe – que no podemos perder nuestra personalidad por el mero hecho de que al otro le moleste que nos divirtamos con nuestros familiares o amigos, que nos arreglemos para salir o que saludemos a algún conocido.

Por ello, aconsejamos que, una vez que averigüemos que nuestra pareja es celosa, lo asimilemos lo antes posible y procuremos darle la menor importancia para no alimentar su actitud negativa, pero, sobre todo, nunca debemos permitir que en nuestra relación se sobrepase la barrera que separa los celos de la posesión.

El patinaje masculino


La mayoría de los hombres presumen de ser los más fuertes y los más deportistas. Es más, muchos de ellos disfrutan compitiendo con otros hombres e incluso – o mejor dicho, sobre todo – con mujeres. Y si esas mujeres son su novia, pareja o esposa, mejor que mejor. Aunque una mujer se machaque en el gimnasio a diario, el día que su novio le echa una carrera en la playa siempre pierde. Y mi duda es ¿son realmente más rápidos?, ¿o es que ellas no se esfuerzan lo suficiente porque dan por hecho que no van a ganar? Nunca lo sabremos.

En lo que no hay duda posible es en el patinaje, ese deporte odiado por todos los hombres del mundo. Dejando a un lado a los que se dedican profesionalmente a ello, creo que pocas conocieron a un hombre al que le gustara patinar… es más, la mayoría de los que ceden a comprarse unos patines – después de que su novia o mujer le insista durante meses – termina guardándolos en una esquina del trastero o regalándoselos a alguna amiga de su pareja…

Después de mucho reflexionar acerca de este asunto he llegado a una conclusión: no es que no disfruten patinando, es que hay algo en su cerebro que les impide hacerlo con rapidez y soltura y, una vez que lo descubren, dejan de practicarlo porque son incapaces de aceptar que sea una mujer la que les enseñe algo tan masculino como hacer deporte. Por eso, los mejores consejos que podemos dar son:

1.- A no ser que te encuentres en una buena posición económica no permitas a tu novio o marido comprar unos patines sin antes probar los de otro.

2.- Si la segunda vez que un hombre prueba unos patines no consigue ni siquiera deslizar los pies por la pista, no insistas más y dedícate a patinar sola o con otras mujeres si quieres evitar discusiones absurdas.

Superar las primeras peleas en pareja


Los inicios de toda relación siempre son maravillosos, llenos de pasión, momentos románticos, risas y largas conversaciones. Las primeras citas se prolongan durante horas y sin embargo las vivimos como fugaces y nos apasiona conocer detalles del otro, de sus gustos, su familia o su infancia.

Aunque esta es una etapa importante de compenetración, ya que siquiera durante estos primeros días disfrutas a tope la relación está condenada al fracaso, aún queda por superar otra más difícil: la de las primeras peleas. Se trata de una fase que puede surgir a los tres meses, a los seis o incluso al año de conocerse, pero, por mucho que nos esforcemos, es inevitable. Y es que, aunque al principio sólo tienes ojos para tu nueva pareja y pasas con él/ella todo tu tiempo libre, transcurrido un período, y aunque sigas enamorado, la relación comienza a cambiar.

Notarás que llega ese momento porque aunque sigas estando a gusto con esa persona que hace unos meses entró en tu vida tu comportamiento será más relajado, tendrás más tiempo para quedar con tus amigos, para pasarlo con tu familia o, simplemente, para descansar en tu casa. Y son esos pequeños detalles los que provocarán las primeras peleas. Porque, aunque incluyas a tu pareja en tus planes, él/ella muchas veces habrá organizado un plan paralelo, por lo que habrá que decidir si cada uno se va por su lado o quién de los dos cederá. En cualquier caso, el mejor consejo es que cada día debe ceder uno.

Además, en esta fase empezarás a ser consciente de los defectos del otro, y sufrirás el dilema de si decírselo o guárdatelo. En este caso la decisión sólo puedes tomarla tú misma, pero se recomienda elegir entre decírselo, siempre de forma suave, en tono de conversación y evitando la agresividad, o callártelo. Pero la solución nunca es contárselo a una tercera persona.

Se trata de una etapa realmente difícil, que cambia nuestras vidas para siempre y que muchas parejas no logran superar por el mero hecho de que no quieren perder el tiempo discutiendo, pero también es cierto que una relación que esquiva los obstáculos de esta fase será más complicado que se rompa en un futuro próximo.

El machismo y el compromiso


Muchas mujeres se quedan perplejas al ver la actitud de los hombres cuando la palabra compromiso sale en alguna conversación. Cuando se habla del tema, muchos hombres prefieren poner “pies en polvorosa” e incluso, romper la relación. Algunos chicos, tienen tendencia a evitar las relaciones “comprometidas”. Saber, como va a reaccionar tu pareja cuando le pidas algo más, puede ser muy difícil.

Algunos hombres creen que son las mujeres las que deben pedir algo más en la relación. Es por esto, que ellos deciden relajarse y esperar a que sea ella la que decida. Esta es una postura muy cómoda, además, según el momento en el que ellos se encuentren decidirán qué es lo que quieren hacer, provocando así una situación muy difícil.

El machismo es una parte muy importante en este tipo de situaciones. Esto no significa que todos los hombres sean machistas. Muchos hombres tienden a esperar las peticiones de su pareja para terminar decidiendo ellos, como hombres que son. Ellos no pueden mostrar sus debilidades, así que muchos de estos comportamientos de miedo al compromiso se deben al qué dirán dentro de esa sociedad machista que ellos piensan que valoraran sus decisiones.

Debéis intentar mantener alejados de vuestra relación los fuertes estereotipos y el machismo. Para muchos, su fama de “macho” se puede ver dañada por el mero hecho de comprometerse y aceptar una vinculación emocional con una mujer. Pensar en poner al descubierto sus emociones al mundo puede ser un gran paso para el que algunos chicos no están preparados. Cuidado con el ego y con el compromiso.

Todas las parejas discuten


La mayoría de los humanos tenemos la mala costumbre de compararnos con los demás. Y es un error. Sobre todo en lo que se refiere al amor. Muchos hombres y, sobre todo, muchas mujeres tienden a establecer similitudes entre su relación y la de su hermana, su prima o su amiga. Y, curiosamente, siempre llegan a una conclusión común: ella es más feliz.

Es por eso que se dice que las comparaciones son odiosas, máxime cuando hablamos de relaciones interpersonales, porque nos hacen pensar que el/la de al lado discute menos con su pareja, tiene menos diferencias y soluciona los problemas mejor. Y es más, las mencionadas comparaciones pueden llegar a un punto tan obsesivo que nuestra imaginación alcanza pensamientos tales como “ellos no discuten nunca”. Imposible.

Todas las parejas chocan. Y cuando digo todas quiero decir todas. Incluso aquellas que parecen llevarse de maravilla, que tienen los mismos gustos y la misma forma de pensar… ellos también discuten. Y la verdad es que es un consuelo. Porque en numerosas ocasiones, cuando nos enfadamos con la persona con la que compartimos nuestra vida, pensamos que nuestros conflictos no tienen solución o que estaríamos mejor separados o conviviendo con otra persona. Pero esa no siempre es la salida.

Muchas veces los problemas de pareja no son tan grandes ni tan importantes como pensamos. Basta con preguntar a nuestro entorno y nos daremos cuenta de que otros muchos tendrán las mismas discusiones o parecidas y que no siempre somos los/las que más aguantamos. Por todo ello, después de discutir con nuestro compañero sentimental, démonos un tiempo de reflexión, en el que no vale pensar que se nos acabaron los recursos y que es mejor tirar la toalla, porque muchas veces nos arrepentiremos de haber cortado una relación para volver a encontrarnos con los mismos problemas en la siguiente.

Fobia al compromiso


Te has dado cuenta de que quieres compartir tu vida con esa persona pero ¿estás notando miedo por su parte? Lo primero que debes hacer es intentar entender el miedo que tienen muchas personas al compromiso, sobre todo los hombres. Diferentes situaciones son las culpables de transformar la mentalidad de muchas personas y conseguir que sus miedos lleguen a transformarse en fobias.

– Una persona para toda la vida
Por naturaleza, muchas personas son bígamas. Esto los hace aumentar su deseo de conocer una mayor variedad sexual. Si se compromete para el resto de su vida, sabe que no tendrá posibilidades de conocer “otros campos”. También existe la posibilidad del aburrimiento sexual. La idea de estar con una misma persona siempre puede asustar ¿no crees?

– Incapacidad de “ser suficiente”
Sobre todo los hombres, por naturaleza, son protectores, y a veces se encuentran con que no se creen suficientes para esa persona con la que quieren compartir su vida. No ser capaces de ser un buen cabeza de familia puede hacer que algunas personas decidan “retirarse”.

– Pérdida de la libertad
El temor más evidente al compromiso es la pérdida de libertad y el espacio. Algunas personas piensan que mantener una relación con otra les obliga a dejar de lado todas aquellas cosas que les gustan hacer. Eso no tiene por qué ser así. Ambos debéis mantener vuestro espacio y algunas de vuestras libertades. Recordar, la familia y los amigos siguen existiendo.

– Malas experiencias
La fobia al compromiso puede darse debido a una experiencia sufrida con anterioridad devastadora. Los corazones rotos necesitan algo de tiempo para recuperarse.

Consejos para parejas con problemas


Las relaciones interpersonales son muy complejas, cada persona tiene su furma de ser, y eso supone una interacción entre personas con distintos pareceres, costumbres, tradiciones, actitudes o motivaciones. En las relaciones de pareja es donde más se nota la dificultad de la adaptación. Llevar una buena relación amorosa no es algo espontáneo. Es necesario construir con esfuerzo una relación positiva. Procurar desarrollar intereses comunes, para mantener unida a la pareja, además estar junto el tiempo libre para vivir nuevas experiencias. Del mismo modo, debemos potenciar nuestra tolerancia con respecto a las opiniones, puntos de vista, pareceres y actitudes del otro. Puede que lo que haga tu pareja no lo compartas o no te pueda gustar, pero la tienes que apoyar en lo que necesite.

Estar en pareja supone desarrollar una empatía total con ella, asumir la responsabilidad de todos los hechos derivados de la relación y manejarse en un compromiso mutuo de fidelidad y respeto. Todo se debe basar en la confianza, para lograrlo hay que hablar abiertamente, comunicarse en todo momento, ser recíproco en la apertura, expresarle apoyo y aceptación incondicional a tu pareja, ser capaz de escuchar y expresar calidez. En el caso de que tengas problemas con tu pareja, practica estos consejos:

Nunca te calles las cosas que no te gustan, pide a tu pareja dialogar sobre el conflicto o problema. Hazlo en un lugar público, mejor que no sea en casa. Llama a tu pareja por teléfono al trabajo y proponle esta conversación. Durante la conversación, trata de ser objetiva y siempre mantén la calma. Siempre estate pendiente de escuchar y ser lógica antes de dejarte llevar por tus emociones o reacciones viscerales. Debes ser capaz de ver el problema desde los dos puntos de vista, agota todas las posibilidades de analizar las causas y consecuencias del problema. Nunca saques de contexto el problema, no te bases en cosas del pasado para destapar otros problemas surgidos en esa época.

Ten en cuenta que casi nunca hay una única persona responsable del problema. Puede ser que por omisión, la pareja también tiene algo de culpa. Si el problema se origina por una culpa evidente tuya, acéptela y discúlpate con quienes hayan sido dañados. Promete no volver a cometer ese error y trata de enmendar tu comportamiento si quieres mantener la armonía en su relación de pareja. Se tolerante en todo momento y nunca caigas en la agresión verbal.

Las relaciones de pareja, fundadas en el amor, pasan por estados de pasión, y momentos en los que pueden surgir problemas. Hay que aprender a reconocer esos momentos para mantener la relación, por el vínculo de la amistad, los intereses comunes, los proyectos de futuro, las actividades compartidas. De esta manera la relación será duradera. El amor maduro supone libertad.

Cómo recuperarse de un desengaño amoroso

pareja amor
Nos encontramos en un momento complicado. Es duro pasar por un desengaño amoroso. Hay personas que no son conscientes que con sus errores pueden hacer daño a los demás. Por eso si has tenido algún conflicto con tu pareja, te damos algunos consejos para recuperarse de una depresión por un desengaño en el amor o una pérdida de tu chica o chico, este artículo sirve para los dos sexos.
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Superar problemas con el apoyo de tu pareja


Todos sabemos que la recesión ha llegado con mucha fuerza para todos, incluso para aquellos que pensaban que jamás se verían afectados por un problema así. Muchas personas han perdido su fuente de ingresos debido a esta recesión, es por esto que el estrés y la ansiedad han llegado a sus vidas y pueden afectar a todos aquellos que les rodean, incluida su pareja.

No debes dejar que el estrés gane esta batalla y debes luchar por lo que quieres en estos tiempos tan difíciles. Tu pareja será uno de tus mayores apoyos en esta lucha. Existen algunas técnicas que pueden ayudarte a superar la intensa presión y el estrés. El primer paso y más importante es trabajar tu nuevo estilo de vida. Juntos, debéis intentar tener un estilo de vida saludable, ya que esta te permitirá superar mucho mejor las épocas de estrés. Imprescindibles: hacer ejercicio, dormir bastantes horas, relajarte y mantener una dieta ssana.

Aprende a organizarte. Aunque sabes que tienes el apoyo incondicional de tu pareja, lo mejor es que aprendas a planificarte, ejecutar y administrar tus tareas y trabajos para tener más éxito. Respeta tus valores y los de los demás. Para aumentar la pasión y el disfrute por lo que haces, siempre se deben conectar los valores personales con los organizativos. Esto sucederá igual en tu relación de pareja. No pierdas el norte y céntrate en todo lo que te da esa persona que tanto te quiere.

Por último, debes aprender a disfrutar. Pasar tiempo con tu familia y amigos te ayudará a rejuvenecer. A fin de refrescarte, puedes probar a escuchar música, buscarte nuevas actividades, etc. Recuerda que de lo que se trata es que la felicidad vuelva a vuestras vidas.

Las mentiras en las infidelidades


Ser infiel requiere mucha energía y, sobre todo, una atención extrema a los detalles. Podríamos definir la mentira que conlleva la infidelidad, como un negocio agotador que requiere de una excelente memoria y un aguante superior a la presión que nace de compaginar una doble vida. Se deben atar todos los cabos sueltos y no olvidarse de ninguno.

Todos hemos visto en la TV como los famosos cometen errores y son descubiertos por sus parejas manteniendo otras relaciones. La última infidelidad más retransmitida: Tiwer Woods. ¿Crees que su mujer no tendría dudas mucho antes de esta gran explosión? Seguro que sí. Todos conocemos a nuestras parejas y enseguida somos capaces de notar esos pequeños cambios que nos indican que algo no va bien:

– Comienza a cambiar sus hábitos de belleza
¿Te has dado cuenta como cada noche, se echa unas cremas nuevas que ha comprado? Prepara con bastante antelación la ropa que se va a poner al día siguiente… seguro que está tratando de impresionar a alguien. Comienza a fijarte en otros detalles y pronto podrás darte cuenta si hay algo extraño en su nuevo comportamiento o no.

– Explicaciones
Después de un largo día de trabajo no te explica con demasiado detall que ha hecho durante todo el día. No te dice donde ha estado o con quién. Cuando le preguntas, siempre está con “los chicos”. Lo más curioso es que nunca te habla de mujeres, parece como si no existieran. Piensa que si está haciendo algo malo, darte demasiados detalles puede ser un problema, ya que no será capaz de recordar todos esos detalles-mentiras.