Casarse a edad temprana


Como todo en la vida contraer matrimonio a una edad temprana, trae consigo una larga lista de ventajas pero también las circunstancias pueden generar componentes negativos.

El hecho de casarse siendo aún un jovencito/a puede deberse a factores como la pobreza, presión por los bienes dotales, preocupaciones de los padres acerca del sexo y el embarazo prematrimonial o por razones de índole económica o cultural. Sin embargo, hay situaciones en las que lo que prevalece es el verdadero amor y entrega entre los cónyuges.
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Disfrutar del permiso de paternidad


La sociedad española en la que estamos inmersos ha extendido como práctica habitual el hecho de que los papás dejen a los bebés al cuidado de la madre o de abuelos para poder atender las actividades laborales.

Pero no todos los padres están dispuestos a delegar sus responsabilidades en otros. Ellos también quieren disfrutar de la baja de maternidad, por eso cada vez son más los hombres que la piden.

A pesar de la ilusión con la que los padres toman esta decisión, aún muchos corren el riesgo de ser discriminados por su empresa o incluso despedidos, en el peor de los casos.

Saber que existen padres concienciados de la importancia de su participación en el cuidado de sus hijos, transmite tranquilidad a la madre. Sin embargo, en ocasiones la situación se complica cuando tienen que convencer a sus jefes de que prefieren dedicarse a sus hijos unos meses que a desarrollar su carrera profesional.

A partir de 2011 los padres españoles contarán con un permiso de paternidad de cuatro semanas. También se contempla un permiso de lactancia para que tanto el padre como la madre, indistintamente, cuenten con una hora para alimentar a su hijo hasta que el niño tenga nueve meses. Asimismo, hasta que su hijo tenga ocho años, ambos tendrán derecho a pedir la reducción de la jornada laboral con los recortes salariales que esto implique, en función de sus horas de trabajo.

El porcentaje de padres que ni se plantea disfrutar de la excedencia es muy elevado por la postura de muchos empresarios que no quieren contratar más personal para cubrir todas las horas de la jornada laboral.
Se requiere una evolución en la ley que contempla el permiso por paternidad. Los papás y mamás precisan de apoyos a la hora de repartirse el tiempo dedicado a sus respectivas responsabilidades, tanto profesionales como familiares.

Plantearse un futuro financiero


Con la crisis financiera en curso, ha llegado el momento de plantearse un futuro financiero. Tú y tu pareja debéis sentaros y pensar como podéis mejorar vuestra economía para que esta no os amargue vuestra vida en común. Si todavía no tenéis unos buenos planes de financiación para vuestro futuro o, simplemente, vuestras finanzas son caóticas, ha llegado el momento de ordenar vuestra vida financiera.

Es curioso ver como en estos casos, muchas veces son los hombres los que se preocupan de poder vivir la madurez junto a sus parejas de forma despreocupada. Aunque la economía de la casa la suelen llevar las mujeres, la mayoría de los hombres, una vez sobrepasan la barrera de los 30 se centran más en la contratación de seguros de vida. Ellos suelen ser los encargados de evaluar y adquirir un seguro que les proporcione una tranquilidad inmediata.

Muy probablemente, este desinterés mostrado por las mujeres a la hora de contratar seguros, podría venir por la falta de tiempo y ganas de ponerse a comprara los innumerables contratos y empresas que hay en el sector. Lo mejor, es que los dos os busquéis un buen asesor que os pueda aconsejar qué tipo de seguro es el que más os conviene y cual puede cubrir mejor vuestras necesidades financieras en un futuro no muy lejano.

Recordad que los problemas médicos pueden ocurrir en cualquier momento, y que no debéis estar indefensos a la hora de luchar contra ellos. Buscad un buen seguro médico que se encargue de cubrir todos los gastos en caso de accidente o enfermedad. Por último, no os olvidéis de los planes de pensiones que os podrán ayudar cuando seáis mayores.

Matrimonio sin hijos


Existen muchos motivos por los que un matrimonio no tiene hijos. Algunos de ellos son la esterilidad, la falta de medios económicos o sencillamente porque la pareja no desea asumir nuevas responsabilidades.

Esterilidad

Cuando al cabo de un año de relaciones sexuales frecuentes sin un método anticonceptivo seguro, la pareja no logra un embarazo, está ante una situación de “esterilidad” o “infertilidad”.

La esterilidad afecta a un alto porcentaje de parejas en edad reproductiva. Puede ser primaria (cuando no hubo nunca embarazo anterior) o secundaria (hubo por lo menos un embarazo anterior).

Falta de medios económicos

Muchas parejas pasan por serias dificultades para llegar a fin de mes… Los gastos son excesivos, los bienes de primera necesidad, como la ropa, el calzado, la alimentación y los productos higiénicos, han subido ligeramente de precio. Y todos los meses hay que hacer frente al pago de la hipoteca o del alquiler. Apenas sobra dinero para darse un capricho y cuando lo hay ni te planteas la posibilidad de tener un bebé…

Ya habrás averiguado, por propia experiencia o por la ajena, que el refrán “los niños traen un pan debajo del brazo” está muy lejos de la cruel realidad.

Libre de responsabilidades y preocupaciones

Tener un bebé es motivo de enorme alegría pero te cambia la vida de forma radical… Tú dejas de ser el centro de atención de ti misma/o para depositar todo tu esfuerzo en el más pequeño de la casa. Además debes renunciar a los horarios que antes tenías establecidos para adaptarlos a las necesidades del niño. Se requiere mucha organización en todo. Seguramente, aumentarán tus preocupaciones, es lógico ya que cualquier madre y padre tienden a proteger a sus descendientes siempre, incluso cuando ya son adultos.

Por otro lado, la mayoría de parejas jóvenes prefieren viajar libre de las responsabilidades que trae un bebé. Así la libertad de movimientos se incrementa y los gastos disminuyen.

El ahorro familiar


Una buena economía doméstica conlleva fijar unas pautas de conducta que impliquen ahorro. A veces haces gasto en artículos que podrías prescindir de ellos. Saber diferenciar lo realmente necesario de lo superfluo es una cuestión de lógica. Cada uno, dado su ritmo de vida y circunstancias, ha de marcar prioridades.

La cultura del ahorro beneficia a personas, familias, comunidades y naciones. Uno de tus objetivos será caminar con responsabilidad en el presente y prever anticipadamente para enfrentar el futuro.

La primera clave es guardar el dinero con disciplina y constancia con el fin de reunir la cantidad precisa para alcanzar tus metas. Hay que comprometerse a incluir en el presupuesto la cantidad exacta que vas a ahorrar periódicamente.

Beneficios

La principal de las ventajas con una actitud ahorrativa es contar con la tranquilidad para hacer frente a cualquier imprevisto que se presente. Las dificultades para adquirir bienes o servicios necesarios son mayores sin una previa planificación económica.

Capacidad ahorrativa

Lograr un resultado positivo y disponer de un presupuesto equilibrado son dos requisitos que van de la mano. Si los gastos son menores a los ingresos tendrás capacidad de ahorro y también de pago.
Puedes ahorrar en instituciones u organizaciones reguladas y seguras que no pongan en riesgo tu patrimonio. Algunas de ellas son cooperativas de ahorro y préstamo reguladas, bancos, cajas de ahorro reguladas y fondos de inversión.

La cesta de la compra

Un modo de ahorro efectivo es adquirir para la despensa únicamente productos básicos. Medita antes de comprar y no te dejes impresionar por las ofertas, promociones y ventas especiales. Si efectúas la compra con tarjeta de crédito adquiere sólo lo que puedes pagar en la fecha que te indique tu banco en el estado de cuenta; liquida el total cada mes para evitar pagar intereses. En caso de pagar en efectivo lleva contigo exclusivamente la cantidad de dinero necesaria para pagar el importe de tu compra.

Muchas familias han incrementado el ahorro por el miedo existente a perder el empleo. Determinados estudios económicos resaltan el hecho de que los ricos ahorran más que los pobres.

Matrimonio polígamo


El término polígamo proviene del griego y significa “varios matrimonios”. Comprende tanto la poliginia como la poliandria. Desde la antropología del parentesco la primera nos pone de manifiesto la práctica de un hombre de contraer matrimonio con más de una esposa. Por otra parte, tenemos la condición, históricamente menos frecuente, que presenta a una sola mujer en matrimonio con varios varones.

Concretamente en España hemos pasado de ser una sociedad culturalmente homogénea, que compartía la mayoría de sus principios culturales, a una sociedad multicultural.

La mayoría de los países islámicos han desarrollado un Código de familia que está en sintonía con las fuentes originales religiosas, como el Corán, la Sunna; y las fuentes legales derivadas, como la Idjama, la Kiyas y la Idtijahad. El varón puede celebrar matrimonio de forma simultánea, hasta un número máximo de cuatro esposas. Sin embargo, en el art. 30 del Código de la Familia de Marruecos se establece una cláusula que expresa: “La mujer puede imponer al marido la condición de que no le sean impuestas otras esposas. En el supuesto de que se produjera el incumplimiento de la misma, la esposa podrá exigir al marido que se comprometa a no tener más de una esposa y a reconocerle el derecho a exigir la anulación del matrimonio en el caso de que se viole el compromiso asumido”.

En un principio el ámbito europeo se negó a extender a los matrimonios polígamos los beneficios que se concedían a las familias monógamas: pensión de viudedad, beneficios sanitarios, asistenciales…En este sentido, con el paso del tiempo países como Francia, Inglaterra e Italia ha concedido determinados medidas favorables para esta opción de relación formada por más de dos miembros.

Te planteamos dos interrogatorios que te harán pensar sobre el asunto:

1) ¿Por qué es más habitual la poliginia frente a la poliandria?
2) ¿Por qué ha desaparecido paulatinamente la existencia de relaciones polígamas en el mundo occidental?

La madurez en el matrimonio


Una pareja madura es aquella en la que sus miembros, de manera individual, han alcanzado un justo grado psicoafectivo para la resolución de los conflictos. Cada uno, por separado, debe haber desarrollado tres cualidades básicas: autocontrol, sabiduría y responsabilidad.

Es importante la capacidad de hacer lo correcto en cualquier situación, por difícil que resulte. De aquí se desprende la necesidad de saber aceptar y controlar las pasiones, las emociones, los deseos e impulsos. En otro sentido, hay que poner en práctica la comprensión y la capacidad de analizar, reflexionar y aprender de las experiencias vividas. Además, el hecho de aceptar las consecuencias de tus actos y los resultados de tus elecciones, demostrará integridad.

Analiza tu situación actual y observa si cumples con estas cuatro claves, esenciales para que un matrimonio funcione:

1. Risas y lágrimas. Hablar y escuchar está en tus planes. La convivencia es camino de rosas con espinas: hay momentos buenos y ratos malos. Lo bonito es saber “estar ahí” siempre para el otro.

2. Sentimientos claros. No permitas interferencias que perjudiquen a la pareja. Tal vez la familia de uno u otro se entrometan.

3. Amar y ser amado implica que el peso de la relación recae en los dos y lo expresas con palabras y actos, con atención y apoyo.

4. Espacio propio. Respetas la intimidad del otro. Necesitas satisfacer otros intereses personales para desarrollarlos plenamente.

Es inevitable que los problemas entren en juego y afrontarlos con madurez mide la compenetración de la pareja y fortalece los vínculos. Actualmente las fuentes más comunes de conflictos en las parejas son:

– Dinero.
– Crianza, educación y planificación de los hijos.
– Relaciones con las familias de origen de la pareja.
– Diferencias de valores.
– Diferencia de las expectativas sobre la relación.
– Diferencias en el placer sexual.
– Tareas del hogar.
– Estrés social, laboral y del hogar.
– Amistades.
– Mala comunicación entre la pareja y los miembros de la familia.

Motivos por los que casarse


¿Por qué casarse? Esa es una pregunta que puede tener miles de respuestas. Actualmente casarse, se ha convertido en todo un reto ya que los últimos estudios realizados sobre este tema indican que casi el 40% de las parejas que deciden casarse, terminan divorciándose. Así que, antes de tomar la decisión final, recuerda que tienes un 60% de probabilidades de que tu matrimonio salga bien.

Todavía hay mucha gente que cree firmemente en la institución del matrimonio. Una de las razones principales de la toma de esta decisión es un pequeño mito social en el que se da vía libre a la convivencia de la pareja de manera conjunta. Parece que casarse es una especie de permiso para poder vivir junto a la pareja elegida. Poco a poco, este mito va desapareciendo. Seguro que conoces más parejas que viven juntas sin estar casadas que las que ya han firmado el papel, ¿verdad?

Obviamente, si estás pensando en casarte, lo primero que debes hacerte es evitar las presiones sociales. Estas presiones pueden hacer bastante daño a la pareja y está claro que no va a pensar lo mismo tu abuela de 70 años que un primo tuyo mucho más joven. Comenzar a tener hijos es otra de las razones por las que muchos deciden casarse. Esto no es estrictamente necesario, ya que biológicamente todo sigue igual con boda que sin ella.

Los motivos religiosos, también tienen mucho que ver con la toma de esta importante decisión. Vuestras creencias os ayudarán a elegir que es lo que deseáis o no. Sobre este tema deberéis hablar bastante ya que no tenéis por qué tener las mismas creencias.

Matrimonio perfecto


Antes del matrimonio, muchas parejas piensan que la pasión seguirá formando parte de sus vidas con la misma intensidad, pase el tiempo que pase. Sin embargo, después de comenzar su vida en común, e incluso después de la boda, la pareja puede comenzar a darse cuenta de que su relación no es tan fluida como siempre. Todo el mundo quiere que su matrimonio sea perfecto pero esto, no siempre es así. Aquí tienes unos consejos que te pueden ayudar:

– Debéis tener cuidado y evitar todas las tentaciones que aparezcan por el camino.

– Creer en vuestro cónyuge y mantenerle siempre el respeto.

– Tenéis que estar dispuestos a admitir fácilmente vuestros errores y también deberéis aprender a perdonar.

– Interesaros el uno por el otro. Amoldaros a los gustos de la otra persona y sus intereses. La otra persona debe hacer lo mismo.

– Recordar que sois un equipo ye que ambos, debéis compartir las responsabilidades y las obligaciones para evitar la sobrecarga de la pareja.

– Intentad dejar a un lado el estrés, los sentimientos negativos, la competencia y la crítica.

– Sois los dos, los que debéis luchar por hacer que vuestro matrimonio sea perfecto.

– Como os hemos repetido en diferentes ocasiones, vuestra mejor herramienta será la comunicación. Hablar libremente sobre cualquier cuestión que afecte a vuestras vidas mejorará considerablemente vuestra relación.

– Escuchar y entender otros puntos de vista es muy importante. Sois dos y los dos podéis tener diferentes opiniones y gustos. No siempre, estaréis de acuerdo en todo. Escucharos para conseguir llegar a una solución satisfactoria para los dos.

Cómo estar juntos para siempre


Las parejas pasan por todo tipo de problemas y situaciones complicadas. Es algo normal en una vida moderna. Sin embargo, es posible estar juntos para siempre, hasta que la muerte nos separe. Para lograr llegar al final de la pareja unidos como el primer día hay que aprender a negociar, a ser tolerante con las diferencias y valorar los buenos momentos. Además, preservar el respeto mutuo y el buen trato, también son parte de la sabiduría que tienen quienes perduran juntos durante muchos años.

Estar siempre de acuerdo en todas las decisiones no es la única clave de un matrimonio o pareja duradera. Incluso aquellas que tengan dificultades para resolver sus diferencias, tienen la posibilidad de poner en práctica ciertas tácticas para solucionar situaciones difíciles y lograr una convivencia repleta de amor y comprensión. La bueno está en saber resolver diferencias y discusiones sin dañar al otro, para eso la comunicación y el dialogo es fundamental. El amor también es un trabajo y que necesita de una construcción y cuidado permanente, para ello la clave es el aprender a convivir.

Esa convivencia significa acompañarse en todo. Si la pareja tiene muchos puntos afines conseguirá compartir aficiones, pero si no es así, respetar sus espacios es de gran importancia. De esa forma cada uno puede reservar un poco de su tiempo para hacer lo que le gusta de forma libre sin depender del otro. De esa manera nadie sufre y al encontrarse tienen cosas que contarse.

También es importante evitar que la relación se transforme en una carga y que los problemas sean mayores que los buenos ratos. Hay que evitar el aburrimiento y la monotonía porque eso sí que puede terminar con una pareja. Es por ello que hay que dejar fluir la creatividad, la sorpresa y evitar la rutina. Esto no significa que hay que evitar las discusiones, ya que las mismas sirven para decir lo que sentimos, aliviar tensiones y de esa forma resguardar la armonía. Pero siempre actuar con buena fe y siendo fiel a la amor que sentimos.