Hombres irritantes


¿Te has parado a pensar que cosas te irritan de los hombres? A continuación tiene una pequeña lista que tal vez consiga irritarte aún más.

– Tu carnet de conducir no vale tanto como es suyo
De alguna manera, algunos hombres creen que tu permiso de conducir, lo has adquirido en cualquier parte y, por supuesto, ellos son los expertos en el tema de la conducción. Recuérdale que puede solicitar los datos en cualquier compañía aseguradora y comprobar cómo estadísticamente las mujeres tienen muchos menos accidentes de tráfico.

– No valorar tus esfuerzos en la casa
No le malacostumbres y le dejes pensar que las tareas de la casa se realizan solas: recoger la ropa del suelo, hacer la comida, planchar, etc. Todas estas tareas no se hacen con la imaginación o por arte de magia.

– Celos
Cada movimiento que realizas está bajo su supervisión. Algunos hombres piensan que una vida en común implica una posesión de la pareja total.

– Su madre en un pedestal
Todas las mujeres tienen diferentes cualidades y, estas, pueden ser buenas y malas. Nadie es perfecto. Su cocina, su limpieza, sus habilidades sociales, lo que sea, siempre se quedan cortas en comparación alas tuyas. Además, cualquier crítica que expreses de esta criatura tan maravillosa le hace sentirse como si le dieras una patada en sus partes.

– Ganar y ganar
Para algunos hombres, la vida es una competición diaria. Sólo existen ganadores y perdedores. Las mujeres tienden a ser más cooperativas y conciliadoras por naturaleza.

– El despilfarro
¿Por qué la suscripción al canal de futbol es imprescindible pero la pasta de dientes no lo es? Muchos hombres (hay excepciones, afortunadamente) no tienen ni idea de los costes que supone mantener una casa.

Las adicciones y la pareja


Hasta el momento presente todo ha ido sobre ruedas en tu relación. Pero se acabó la paz porque un conjunto de adicciones acechan la estabilidad de la pareja.

A raíz de ver las película “Días de vino y rosas” te has percatado de que los riesgos de convertirse en alcohólico son numerosos. Empiezas por unas copas los fines de semana, luego lo amplias a la consumición de ciertos vinitos entre semana. Al final te das cuenta que dar marcha atrás es difícil.

Sin embargo, el mundo de las adicciones toca otras tantas áreas como las drogas tóxicas, la ludopatía, el sexo, el trabajo, la comida… Si sientes la necesidad imperiosa y constante de drogarte, jugar en las máquinas, practicar sexo, trabajar o comer a todas horas, se te acaba de presentar un grave problema que debes atajar lo antes posible. Recurre a un especialista enseguida.

Una adicción es una dependencia compulsiva en una substancia o comportamiento. Los rasgos de las personas adictas van desde un descontrol de conducta a una actitud impulsiva. Además tiene que tener gratificación instantánea, no sabe establecer metas y si las establece le cuesta trabajo cumplirlas. También sufre niveles altos de estrés.

Mediante el tratamiento psicológico profesional y el apoyo de personas que pasan por circunstancias semejantes, puedes mejorar. No obstante tienes que poner mucho de tu parte, la autoayuda es vital para alcanzar la sanación.

Con más de 100 años de trayectoria, la terapia floral se presenta como una opción en el tratamiento de adicciones. Cada esencia floral corresponde a las características humanas que bien pueden aparecer en un estado de desequilibrio o de armonía. Se trata de hacer renacer la virtud y jamás olvidar que la enfermedad, aparentemente cruel, es beneficiosa pues ofrece la posibilidad de tomar conciencia de los errores y sus consecuencias.

Compromiso con la igualdad de género

igualdad de genero
Durante la Asamblea de Naciones Unidas celebrada en el año 2000 participaron 189 gobiernos. En ella se establecieron ocho objetivos dentro de lo que se denominó “la declaración del Milenio”. “Promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres” así como “mejorar la salud materna” son dos de esos retos antes de que lleguemos al año 2015.

Desgraciadamente los datos hablan por sí solos:

– Más de las 2/3 partes de las personas analfabetas en el mundo son mujeres.
– Los salarios de las mujeres son un 35% más bajos que los de los hombres, para el mismo trabajo.
– Hay países donde las mujeres no tienen derecho al voto.
– Alrededor de 600.000 madres mueren cada año durante el embarazo y el parto.
– La violencia contra las mujeres es la primera causa de muerte en Europa entre féminas de 16 a 44 años.

Todavía perdura una organización social basada en el patriarcado, es decir predomina la autoridad y liderazgo de los varones. Con el fin de mantener un control sobre las féminas, los hombres han utilizado a su antojo la relación entre leyes, cultura y religión.

Los micro-machismos son prácticas de dominación masculina en la vida cotidiana a un nivel casi imperceptible. Este conjunto de maniobras que realizan los varones en el seno de las relaciones tienen como fines mantener el dominio sobre la mujer; reafirmar dicho dominio ante una mujer que se rebela por su lugar en la relación y resistirse al aumento de poder personal de su pareja.

Aunque desde la opresión, millones de féminas han sabido construir una cultura de la ética y la solidaridad para devolver la libertad y la dignidad a la mujer. En España existe una Ley Integral contra la Violencia de Género, hay una Ley de Igualdad y también una Ley para la Autonomía Personal.

Un jefe por novio


Todos los días laborales acudes puntualmente a tu puesto de trabajo renovada. La ilusión por arreglarte cada mañana te hace aparecer impecable ante tus compañeros de trabajo. Pero tú sólo tienes en la cabeza una obsesión: estar lo más atractiva posible para sorprender a tu novio ¡casualidades de la vida… resulta que también es tu jefe!

Hay que ser realista. Partimos de que son relaciones complicadas. Sobre todo se establecen unos roles profesionales que puede perjudicar la buena armonía de la relación sentimental. Sin embargo, no todos son obstáculos. Trabajar juntos puede contribuir a que aportéis mayor rendimiento a los proyectos de la empresa en la que os veis involucrados. “Lo que no sabe uno, lo puede proporcionar el otro”.

En otro sentido, surgirán las dudas… Mucha gente cuestionará si realmente estás preparada para el puesto o, por el contrario, si te han ascendido o mantenido en un cargo concreto por el hecho de estar emparejada con un superior. Ante tal situación lo mejor es ser una misma, mostrando seguridad y tranquilidad.

Otra condición es la discreción. Separa radicalmente lo que es trabajo de lo que es amor. No te queda otro remedio que cumplir estrictamente con los objetivos profesionales marcados por tu novio en el trabajo. Sé seria y responsable y no caigas en los favoritismos. En lo que esté en tu mano huye de crear una mala atmósfera laboral con los compañeros. ¡Eso sí, cuántas menos explicaciones personales, mejor!

Seguramente donde hallarás mejor comprensión y consejos sobre tu situación será en el entorno familiar. Comenta tus inquietudes con los padres, ellos siempre quieren lo mejor para ti.

Cosas que no nos gusta escuchar


Seas hombre o mujer, a nadie le gusta escuchar ciertas cosas por parte de su pareja. Aquí tienes una lista de pequeñas frases que pueden ser muy incómodas:

– No eres más romántico
Existen parejas en las que, al menos, uno de los dos no es nada romántico. Muchas veces, las mujeres se pasan el día quejándose de que sus parejas no las quieren por qué no las demuestran nada. Lo que debes hacer es hablar con tu pareja y explicarle como te sientes. Si argumenta que el tiempo pasa y que junto con él, también el romanticismo, muéstrale tu descontento. ¿Qué será de vosotros cuando llevéis 30 años juntos?

– No me escuchas
No hace falta que tu pareja esté haciendo otra cosa para que te des cuenta de que en realidad no te está escuchando. Ambos, debéis sacar tiempo para estar juntos, y cuando lo hagáis debes prestar la atención que se merece a vuestra pareja. Si estás haciendo alguna actividad y notas que tu pareja quiere hablar, deja la actividad para reanudarla más tarde. Por parar y escuchar un rato a otra persona no te va a pasar nada.

– No me ayudas en nada
Ser un hombre no implica que no se tenga que hacer ninguna actividad en la casa. Estamos en el siglo XXI ¿recuerdas? Ambos, debéis organizaros las tareas y distribuíroslas para ayudaros mutuamente. Si no tenéis tiempo durante los días de diario planificaros los fines de semana. Lo mismo debéis hacer con el resto de tareas que implica una convivencia entre dos personas.

Aceptar a los hijos de tu pareja

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Está a la orden del día la unión de parejas que tienen hijos y éstos son fruto de relaciones anteriores. Se establece así un entramado numeroso de parientes que entran en contacto. Una sana aceptación de la situación ayudará a establecer una excelente sintonía con cada uno de los miembros que conforman la esencia de una gran familia unida.

Son los hijos los que guardan un acercamiento más íntimo y personal con sus progenitores. Descubrir que tu actual pareja tiene descendencia puede alegrar a unos o sumir en una profunda tristeza a otros.
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La compatibilidad sexual

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Hasta hace muy pocos años eran una minoría las parejas de nuestro país que reconocían haber mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio. De hecho, la mayoría de ellas no convivían en la misma casa sin papeles de por medio, ni tampoco tenían tanta libertad física ni económica, por lo que las dificultades eran mayores, además de lo mal visto que estaba.
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Poner límites en las relaciones


El significado de la palabra «límite» podríamos expresarlo como esa línea que no debe ser cruzada. Un ejemplo claro es, la frontera entre dos países. Los límites en las relaciones personales son importantes para garantizar nuestra paz mental y nuestra identidad. El establecimiento de estos límites es necesario en muchos casos debido, principalmente al dominante y agresivo comportamiento de la pareja. A veces, uno de los dos puede empezar a llevar las riendas de la relación y, dejar al otro como un simple espectador.

Uno de los dos toma las decisiones sin tener en cuenta la opinión de la otra parte. Esto puede ser muy frustrante, ya que se pierde la libertad personal y el derecho a expresar la opinión. La creación de fronteras en las relaciones significa ser muy claro acerca de las cosas que os gustan y las que no os gustan. Tienes que hacer que tu pareja sepa que tú tienes una vida independiente y no tolerarás la interferencia excesiva en ella.

Debes establecer límites apropiados y ser muy claro en todo lo que concierne a tus derechos y obligaciones. Si no se pone ningún tipo de límite desde el principio, la otra persona puede pensar que no tienes opinión propia y que puedes ser muy fácil de manejar. Este tipo de abuso, físico o mental, es el resultado de la falta de límites en la relación.

En los casos de abuso doméstico, el opresor da por sentado que su compañero debe seguir sus instrucciones y detener su proceso de pensamiento individual. El error que las víctimas de este tipo de relaciones cometen, es permanecer en silencio durante un largo período de tiempo hasta que finalmente la situación ya no puede ser controlada.

Infidelidad psicológica


Se considera infiel a aquella persona emparejada que tiene un coito con otra de manera voluntaria. Si además el/la infiel está casado se considera adúltero/a, pero en cualquier caso la falta de lealtad que implican las palabras infidelidad o adulterio siempre implican el acto sexual.

Entonces, ¿qué hay de esas personas supuestamente enamoradas de su pareja que flirtean con otras? Algunas de estas gentes salen con otras a cenar o al cine e incluso en ocasiones llegan a besarse, pero al no ser amantes, ¿no se considera infidelidad? Que se lo pregunten a su compañero sentimental o cónyuge…

Muchos lo consideran una infidelidad psicológica, pero el término es tan abstracto que parece incluso inofensivo. Entonces ¿cuándo deja de serlo para convertirse en una auténtica infidelidad? El límite no está marcado en la sociedad nada más que por las relaciones sexuales, pero todos nos sentiríamos traicionados si supiéramos que nuestra pareja siente algo por otra, ¿o no es verdad?

Por ello no importa si somos la persona emparejada o la persona soltera que liga con la que está casada o comprometida de alguna manera con otra. Lo que no debemos hacer en ningún caso es dar rienda suelta a nuestros sentimientos siempre que alguien tontee con nosotros. Y, en caso de que no podamos evitar sentirnos atraídos por otra persona debemos plantearnos dos cosas:

1.- Si es un sentimiento pasajero, controlado y que se esfuma en cuanto estamos con nuestro novio/a o marido/mujer. Entonces no debemos preocuparnos, sino dar tiempo al tiempo, porque sentir atracción hacia alguien además de ser inevitable no debe hacernos sentir culpables.

2.- Si es un sentimiento continuado e incontrolado que no desaparece de nuestra mente ni siquiera cuando estamos con nuestra pareja. En este caso debemos sentarnos a hablar con nuestro compañero o cónyuge de lo que sentimos, porque la pareja es comunicación y si conseguimos superar los problemas juntos podremos pasar más tiempo unidos. Lo que no debemos hacer nunca en este caso es dejar pasar el tiempo, porque lo más probable es que esa infidelidad psicológica se convierta en una infidelidad física. Y esa sí que es difícil de perdonar.