Ser mujer en el siglo XXI significa tomar conciencia del papel histórico que protagonizas. Y los estereotipos románticos tan propios de los cuentos de hadas, no describen la realidad del amor saludable. De hecho, seguir prolongando el estereotipo de que una persona puede cambiar por otra, es eternizar el sufrimiento crónico. Las personas, hombres y mujeres, cambian porque quieren, si desean hacerlo por iniciativa propia. Pero aquellas mujeres que sufren porque esperan que su pareja cambie por ellas olvidan que están depositando una fe ciega en los actos ajenos.
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Consejos para que cada uno tenga su espacio en la pareja
Es importante que cada miembro de la pareja tenga su propio espacio personal para evitar caer en un amor absorbente en donde el sentimiento y la compañía del otro se torna asfixiante por ser omnipresente. Querer a alguien implica estar a su lado pero sin anularle como persona. Por ello, la libertad es una cualidad inherente a la voluntad y esta cualidad debe de potenciarse también en pareja. ¿Cómo lograr que cada uno tenga su propio espacio? Anímate a ser independiente estando en pareja.
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Ganar en autonomía e independencia
La verdadera felicidad se alcanza a través de la autonomía y de la independencia a nivel emocional. Por esta razón, tanto estés en pareja como soltero debes evitar la dependencia, los chantajes en los sentimientos, y la manipulación. Además, el hecho de estar en pareja no significa, ni mucho menos, que debas renunciar a tu espacio de libertad y a tus sueños. Aunque algunos de tus sueños ni siquiera gusten a la persona que comparte su vida contigo.
Se empieza a ganar independencia en las decisiones más pequeñas. Por ello, empieza por ahí, en las pequeñas elecciones del día a día para ir ganando confianza y seguridad en ti mismo. Pero además, no tengas miedo de ser feliz ni de vivir siendo coherente contigo mismo y sin esperar la aprobación de los demás. Si ese refuerzo externo llega, mejor pero no es necesario ni indispensable para vivir.
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La libertad en una relación
La libertad es una de las cualidades más positivas a nivel humano. Lo cierto es que el amor verdadero te ayuda a ser más libre, potencia tu verdadero yo y te hace sentir mejor contigo mismo. Por el contrario, cuando te ves inmerso en una relación dañina, o simplemente, cuando te encuentras junto a alguien a quien no quieres de verdad, te sientes encerrado y víctima del destino. Echas de menos esa sensación de libertad con la que se vive la vida cuando estás en contacto con tu alma y con tu corazón.
La libertad en una relación es uno de los síntomas de que te encuentras junto a otra persona que potencia tu mejor yo. La libertad remite a eso, a sentirte capaz de mostrate tal y como eres. Con tus virtudes y tus defectos para poder expresar también en todo momento qué es lo que piensas.
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Cómo mantener la independencia estando en pareja
Todo ser humano necesita sentirse libre. Sin embargo, a medida que una relación se hace más seria, se suelen perder ciertas libertades individuales. Lo que termina por perderse algo de independencia. Es muy bonito desear estar juntos la mayor cantidad de tiempo posible, pero es muy distinto que no exista otro tiempo posible en tu vida. Nunca debes dejar de lado tu vida personal por estar en pareja, de lo contrario te convertirás en un esclavo. Sigue estos consejos y aprende a construir una relación más sólida y saludable.
Recuerda que tu pareja te eligió por lo que eres. Es importante tener presente que la persona que está contigo te quiere por lo que tú eras antes de estar con ella. Por lo tanto, no debes cambiar en absoluto, sigue haciendo lo mismo que antes pero compartiendo tus experiencias con tu amor.
El respeto es lo primero. Creer que el otro cambiará para que se adapte a ti es una falta de respeto a los deseos y a la individualidad de quien te acompaña. Por lo tanto es vital que respetes al otro, sus tiempos, sus gustos y espacios. Anímate, empieza a disfrutar de tus espacios individuales e incentiva a tu pareja para que aproveche su soledad.
Fortalece tu autoestima. Depender afectivamente de la persona a quien se ama supone dejar de lado el amor propio y nuestra propia esencia. No dejes que ello te ocurra, trabaja para lograr una autoestima fuerte, eligiendo aquello que te dé placer. Siente libre en todo momento y no te dejes manipular.
Comunícate claramente. Una buena comunicación en la pareja suele ser la clave para mantener la relación estable. Pero si respetas las libertades individuales, no generes inseguridades innecesarias. Para evitar que esto suceda, hazle saber cuáles son tus planes y luego cuéntale libremente lo que has hecho. Es un grave error caer en la situación de que tu pareja tiene que saber en todo momento lo que estás haciendo.
Compartir el desarrollo personal. Antes de ser pareja, eres una persona independiente, con una personalidad y una vida fantástica. Por lo tanto, es vital que te concentres en tu desarrollo personal para poder sentirte pleno, eso te ayudará también a tener las herramientas necesarias para contribuir a un buen desarrollo de la pareja.
Confía racionalmente. Una relación sin confianza mutua no llegará lejos. No obstante, no debes ser ciego. Confiar firmemente en tu pareja es la forma más honesta que tienes de demostrarle tu amor, cree en su palabra y no sospeches de aquello que haga o de cada lugar a donde vaya. Pero si tienes dudas, plantéaselo de cara y sinceramente. No hay nada mejor que una buena charla para aclarar las dudas.
Conseguir la independencia afectiva
Muchas personas tienen la necesidad de estar en pareja para ser felices, pero eso precisamente significa que no son felices con su propia vida. Si dependes fuertemente de sentir afecto de los demás para sentirse bien, algo no está funcionando correctamente. Seguramente necesitas fortalecer tu autonomía afectiva para ganar en libertad y autoestima propia.
Lo primero que debes hacer es buscar la independencia económica. Nunca debes estar con otra persona por su dinero. Es posible que necesites dinero para vivir pero tiene que encontrar el modo de conseguirlo con tu propio trabajo. Necesitar el dinero de alguien es el primer paso para la independencia afectiva adulta. Intenta tener tus propias fuentes de ingreso para no verte subordinado a nadie y poder elegir libremente lo que deseas en cada momento.
Actúa siempre con madurez, eso significa ser responsable de tus decisiones. No dejes que otros decidan por ti y te liberen de posibles equivocaciones. Recuerda que de los errores se aprende. Si realmente deseas convertirte en una persona independiente, hazte cargo de tus actos y de sus consecuencias. Las decisiones que tomes marcaran el camino de tu vida.
Enfrenta las dificultades sin miedo a nada. Recuerda que eres capaz de hacer todo lo que te propongas, arriésgate y asume los resultados, de ellos conseguirás mucha experiencia. Simplemente necesitas un poco de convicción de poder hacerlo. Cree en ti, necesitas confianza en uno mismo.
Recuerda que amar no es depender de la persona a quien se ama, eso una manera irracional de dejar a un lado el amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo. Recuerda respetar y fomentar las libertades de cada persona para que amar sea una elección y no una necesidad.
Por otro lado, aunque te consideres independiente, pide ayuda siempre que lo necesites. Algunas personas poseen una particular forma de establecer vínculos afectivos. Si sientes que te encuentras atrapado, no dudes en consultar con un amigo de confianza o profesional. Un tratamiento adecuado te ayudará a fortalecer tu autoestima y a no necesitar de otro para sentirte feliz.
Dependencia o independencia
Para muchos el mero hecho de empezar una relación implica una cierta dependencia. Puede que sea verdad, pero no tiene por qué ocurrir. Tradicionalmente era la mujer la que se sometía al hombre, abandonaba sus hábitos y, en muchos casos, su trabajo para dedicarse a su marido, a su casa y a sus hijos.
Pero los tiempos han cambiado y la igualdad está de moda, por lo que ahora ya no son ellas las sumisas, sino que se busca un equilibrio entre los dos miembros de la pareja, compartiendo las tareas del hogar y los cuidados de los niños, además de intentar que los dos tengan un buen empleo.
Esta nueva forma de pensar ha llevado a muchos al extremo de convertirse en personas completamente independientes a pesar de tener pareja y, sobre todo cuando no tienen hijos, organizan sus planes sin contar con el otro, los fines de semana salen por separado y cada uno come en casa de sus padres. De hecho, hay algunos que incluso retrasan el momento de compartir piso con su compañero sentimental para no perder esa autonomía.
Pero la excesiva independencia no ayuda al buen funcionamiento de la pareja, ni da pie a su necesaria evolución, y muchas relaciones terminan precisamente por esta razón. Entonces, ¿qué debemos hacer? Los jóvenes del siglo XXI rechazan por completo la idea de perder su libertad, pero deben entender que no se trata de eso, sino de cuidar tu relación manteniendo tu espacio.
Lo que queremos decir con esto es que no hay nada de malo en que salgas una noche con tu grupo de amigos/as ni en que mantengas tus hobbies, son cosas que no debes abandonar, pero no debes tener por costumbre organizar tus planes sin ni siquiera hablar antes con tu pareja, porque puede que él/ella tuviera pensado algo para compartir contigo.
Como conclusión, podríamos decir que ni la excesiva dependencia es la actitud correcta ni la extremada independencia, ya que la primera te separa de tus amigos y familiares y te convierte en alguien sin personalidad mientras que la segunda puede provocar la ruptura con tu pareja.
Mantener la independencia
Es maravilloso tener una persona al lado que te quiera. Pero es imprescindible que aunque convivas con una persona mantengas tu independencia. Esto podrá hacer que tu relación sea más fuerte. Ser independiente te ayudará a tener una vida más rica, no puedes siempre estar pendiente de cada movimiento que hace la otra persona.
Seguro que te encanta tener una pareja con sus propias ideas, sus pasiones personales y en general su propia vida. Alguien que no se asusta de estar solo pero que a la vez está enamoradísimo de ti. Recuerda que aunque estés con otra persona, no debes olvidar a tus amigos, abandonar tus hobbies o tu estilo de vida. Debes amoldarte a ciertas cosas como en cualquier otro tipo de convivencia pero no debes permitir que la otra persona te prive de hacer cosas que a ti te encantan.
Debes ser autónomo. No dependas de otra persona para cosas que antes hacías tú y que si lo piensas no necesitas de nadie para poder hacerlas. Cambiar una bombilla no es tan difícil. Aunque tengáis un proyecto en común debes ser capaz de marcarte tus propios objetivos y en muchas ocasiones saber decir “yo” en vez de “nosotros”. Puedes ofrecer tu punto de vista sobre las cosas ya que tú sigues existiendo como persona.
Es fantástico estar juntos, pero 24 horas al día los 7 días de la semana puede crear más que una unión una dependencia. Por lo que no está nada mal que, de vez en cuando, salgáis cada uno por vuestro lado y hagáis cosas sin el otro.