Señales de una inminente ruptura


¿Cómo sabes cuándo ha llegado el momento de terminar con una relación? El cualquier tipo de relación, puede llegar un momento en el que se produzca una ruptura por cualquier motivo. Existen señales que te ayudarán a saber cuándo ha llegado el momento de poner fin a esta etapa de vuestras vidas. Estas, son algunas de esas señales que te comentamos:

– Notas como tus prioridades en la vida han cambiado
Los grandes cambios obligan a menudo a la gente a reconsiderar lo que están haciendo con sus vidas y se dan cuenta de que necesitan un cambio para poder empezar a “centrarse” de nuevo. Una experiencia cercana a la muerte como un accidente o una enfermedad grave, un despido repentino del trabajo, etc. pueden hacer que tú o tu pareja os replanteéis vuestro futuro, ya que necesitáis unos cambios para continuar.

– La pasión ha desaparecido
Muchas de las relaciones de pareja, terminan siendo consideradas como un pesado trabajo que hay que practicar todos los días. Esta triste situación, suele producirse cuando la pasión ha desaparecido. Cuando ninguno de los dos tiene ningún tipo de entusiasmo por la relación, pueden comenzar rápidamente los problemas.

– Falta de confianza
La confianza es una de las cosas más difíciles que se pueden recuperar en una relación de pareja. Cuando una persona deja de confiar en la otra, es raro que esa confianza vuelva a florecer. Si tu pareja ha tenido una aventura o ha cometido algún error económico que os afecta gravemente, es comprensible que te sientas enojado y herido. Algunas heridas con el tiempo, no pueden sanar.

Los divorcios descienden en España


Según la estadística oficial (INE) las parejas en España rehuyen del divorcio y de la separación. Y es que la crisis económica está ocasionando serios estragos. Muchos desearían la ruptura total pero si se trata de dos se pueden hacer frente mejor a los gastos de la vivienda y la manutención de los hijos.

Trinidad Bernal experta en mediación familiar que trabaja en el centro Atyme, especifica:

El número de parejas que no están casadas ha aumentado mucho en los últimos años y esas también se separan sin que quede constancia en los tribunales. Y hay otras muchas parejas, casadas, que recurren a un acuerdo privado para disolver su matrimonio, pero no lo oficializan.

Cada pareja tiene sus propios motivos para divorciarse. Los matrimonios españoles son los que mayoritariamente recurren a la separación. Hablamos de parejas que tienen entre 40 y 49 años. La convivencia suele durar, como media, 15,6 años, y algo más de la mitad de los matrimonios rotos en el 2009 tenía hijos menores de edad.

Las leyes tienden a dar protección a la mujer y los hijos nacidos en el vínculo disuelto. El pago de la pensión alimenticia recae mayoritariamente en la figura del padre. Mientras que, en la mayoría de las situaciones, son las madres las que disfrutan de la custodia de los menores.

Es preciso cuidar el nivel psicológico de los menores que sufren el divorcio de sus padres. Surgen sentimientos encontrados acerca del tema, en especial cuando saben que sus padres no eran felices juntos.

Pero ciertos niños experimentan una sensación de alivio cuando sus padres se divorcian, en especial si ellos se peleaban mucho cuando estaban casados. Lo ideal es que la pareja llegue a un divorcio amistoso, más que nada por el bienestar de los hijos.

Cómo superar una ruptura de pareja


No todas las rupturas sentimentales son iguales, pero algunas pueden acarrear diferentes trastornos. Por eso, es necesario que el duelo se realice de la mejor manera posible, para que ambos puedan seguir adelante después de la separación. Toma nota de estos consejos y aprende ser feliz de nuevo.

Hay una frase que es muy cierta: «El tiempo todo lo cura«. Olvidar es complicado, pero no imposible, sólo es una cuestión de tiempo. Es probable que en los primeros momentos posteriores a la separación, tus sentimientos sean de angustia, nostalgia, desanimo; pero a medida que pase el tiempo te irás sintiendo mejor. La separación comienza con un proceso de duelo para que puedas asimilarla y superarla. La clave está en respetar tus sentimientos y mirar hacia el futuro.

Es importante evita el contacto con tu ex. Respeta tanto tus espacios como los de tu anterior pareja, ya que en caso de estar cerca se podrían desatar más conflictos que empeoren la situación. Toma distancias, no te muevas por su entorno y, en caso de que desees volver a tener contacto, inicia una conversación calmada y no una pelea perpetua.

Realiza actividades que te hagan sentir bien. Casi con toda seguridad en un primer momento te costará encontrar placer en actividades que te hubiesen gustado hacer juntos. Sin embargo, prueba nuevas experiencias, lo que te hubiera gustado hacer y que nunca hiciste estando en pareja, date el gusto de concederte algún “capricho”, realiza un deporte o comparte alguna actividad con amigos, ellos siempre están ahí para ayudarte.

Aprende a disfrutar de la soledad. Parece complicado, pero verás que te sientes mejor. Buscar desesperadamente a alguien que ocupe tu corazón sería un grave error, ya que sólo te traería confusión y te causaría daño. Aprende a estar bien contigo mismo/a para poder iniciar dentro de un tiempo otra relación.

No guardes rencor, es mejor olvidar los malos momentos, porque seguramente hubo innumerables momentos felices dentro de tu relación. No ocupes tu mente con “pensamientos negativos”, porque esto será un obstáculo para volver a disfrutar tu vida después de la separación. Elige guardar un buen recuerdo, si fuiste feliz no fue “tiempo perdido”.

Aprende de tus errores y de lo que deseas de una relación. Cuando tu corazón vuelva a palpitar más tranquilo, una vez superada la separación, analiza la relación anterior para sacar conclusiones. Revisa tus errores, los de tu pareja y los aspectos que no funcionaron bien en el vínculo. Así mejorarás como persona y seguro que serás feliz.

Tareas del hogar en pareja


No es cuestión de que uno de los dos asuma el peso de las actividades domésticas. Hay que llegar a un acuerdo y establecer una repartición justa. Si acabas de iniciar tu convivencia en pareja es lógico que te asalten preguntas como: ¿Qué medidas existen para consolidar la pareja y compartir las nuevas tareas? ¿Cuáles son los tiempos de cada uno? ¿Cómo se consigue más solidaridad entre los dos miembros que forman la pareja?

En España, las estadísticas reflejan que la distribución de tareas es equivalente a “fuente de tensión”. Pero para dar con una solución eficaz los legisladores han establecido en el contrato matrimonial civil la obligación de ambos cónyuges a compartir tanto las tareas del hogar como el cuidado de niños y ancianos.

Hoy día las mujeres se ven sometidas a una triple jornada laboral. Hacer frente al mismo tiempo al papel de ama de casa, madre y profesional liberal, se traduce en la aparición de un pronunciado estrés. Por esta razón no es de extrañar que los hombres con solidaridad doméstica despierten en ellas un deseo mayor de permanecer junto a ellos. “Los hombres más jóvenes empiezan a reaccionar y a asumir nuevos papeles en las familias españolas”.

Pero es que la situación a la inversa también funciona. A los maridos también les gusta que sus esposas sean hacendosas. Las que se hallan dentro de este grupo obtienen una gratificación sexual más alta.

Y es que el tercer motivo de éxito en el matrimonio reside en la entrega conjunta a las labores domésticas. La fidelidad y una relación sexual satisfactoria serían los dos primeros factores influyentes en la consecución de la felicidad.

La ciudad de Granada ha puesto en marcha un programa que ayuda a la pareja a conciliar la vida laboral con la familiar. Hablamos de un una iniciativa llamada “Malabaristas en el tiempo” y que está financiada con fondos de la Unión Europea.

Clima adecuado ante las discusiones


Las dificultades en la pareja vienen… Aparecen y están ahí poniendo a prueba vuestros sentimientos. Sobre todo, a la hora de tratar cuestiones relaciones con el sexo, cada individuo puede presentar una forma propia de ver la vida ya que al fin y al cada uno se ha criado en un ambiente distinto.

Si los conflictos son manejados de forma apropiada, pueden fortalecer las relaciones y mejor el entendimiento entre las partes… Por eso, crear “un clima conveniente” donde se desarrollen las discusiones ayudará a dar con soluciones buenas para ambos.

Selecciona los momentos concretos para discutir con tu pareja. Evita situaciones en que alguno de los dos esté fatigado u ocupado.

Te presentamos un proceso estratégico que te ayudará a “mantener sana” la comunicación que los dos decidáis emprender:

1. Tus demandas deben ser claras y específicas. Lázate a reflexionar meticulosamente pero con paciencia sobre lo que estás disgustado. Canaliza tus energías en acciones, pensamientos y actitudes positivas.

2. Si tu pareja se siente escuchada y comprendida, percibirá el respeto en su máxima expresión y comentará más cómodamente su punto de vista. Jamás entres en juzgar al otro ni interrumpas mientras se esté comunicando. Del mismo modo, exige que te escuche y respete.

3. Establece un orden de prioridades con los temas. Primero plantea un asunto y céntrate en él sin mezclarlo con otros.

4. Mantener una actitud realista ante tus pretensiones y las de tu pareja, os acercará a materializar vuestras preocupaciones.

5. Es fundamental que “te quites de la cabeza” la idea de que tras una discusión “hay vencedores y vencidos”. El objetivo es alcanzar la comprensión.

6. Ten presente la posibilidad de aceptar una resolución incompleta del conflicto.

7. Y por último, agradeceros mutuamente el hecho de haber compartido un “tiempo idóneo y necesario” para que realmente la relación de pareja funcione.

Distancias en el amor


Las distancias pueden causar estragos en tu vida amorosa, si no sabes cómo manejarlas. Si no sabes cómo llevar esta situación, lo más seguro es que tu relación no pueda sobrevivir. Los que han pasado por situaciones así, aseguran que el factor más importante en una relación a larga distancia es la comunicación entre las dos personas. En estas relaciones puede haber un amplio margen de malentendidos o errores de comunicación.

Dado que, la comunicación no se lleva a cabo cara a cara, las palabras pronunciadas por cualquiera de los dos se pueden tomar de otra manera. Por lo tanto, es necesario erradicar todas las posibilidades de errores de comunicación que pueden llevar a un malentendido. Se debe mantener un sistema de comunicación abierto y honesto. No se debe ocultar nada a la pareja. Manteros informados sobre vuestros horarios y planes.

Mantener la fe y la confianza en la pareja aumentará vuestra lealtad. La sospecha es muy común en el amor, especialmente cuando la otra persona está lejos. No debéis ceder fácilmente en dichas sorpresas. Debes creer en ella en vez de dudar constantemente y mantén tu lealtad hacia esa persona sin intentar buscar una alternativa temporal. Cada vez que la eches de menos o estés triste, ponte en contacto con tu pareja.

Sentirse solo o triste por la separación temporal puede dar lugar a muchos pensamientos negativos. Utiliza, para mantener el contacto, todas las formas posibles que tengas a tu alcance: correo electrónico, llamada telefónica, carta, SMS, chat, etc. Mantener una relación a larga distancia no es ni difícil ni fácil. Depende mucho de la unión de los dos.

No llegar a una cita


¿Qué sucede si quedas con la persona que está conociendo y no aparece ni a la hora ni en el lugar? Si es de vuestras primera citas, seguro que te provoca una gran pena y dudas sobre lo que esa persona siente hacia a ti. Es importante que analices las razones por las que puede que ni siquiera te haya avisado y pienses en si quieres seguir adelante o no.

Lo primero que debes analizar es si la comunicación ha sido clara o no. Teniendo en cuenta los horarios de la vida tan agitada que llevamos, existen muchas posibilidades de que la comunicación no haya sido todo lo perfecta que hubiera tenido que ser. Lo mejor que puedes hacer es asegurarte de escribirlo en alguna parte. Los SMS para estos caso son estupendo.

Un mensaje de móvil te servirá de recordatorio y para guardar la información que le has mandado. Si todo estaba correcto y te pone alguna disculpa tonta es, que algo sucede. Asegúrate de que las direcciones y los horarios, están bien puntualizados para que no pueda haber extrañas justificaciones. El problema de dejarte así de “tirada” se suaviza con una simple llamada antes de la cita.

Si te llama antes para comentarte que tiene un reunión y que no sabe a qué hora saldrá, no te enfadarás tanto, ya que, podrás observar cómo está pensando en la cita y como tiene mucho interés en verte. Siempre debes ser prudente y entender la viabilidad de la excusa. Este tipo de justificaciones, ya forman parte de lo que pretendía ser una relación, de ellas dependerá la continuidad o no.

En sintonía con tus suegros


Toda pareja que mantiene una relación favorable con sus suegros, vive con más entusiasmo su convivencia. Tener presente que existen infinidad de estilos de comportamiento te ayudará a comprender los modos de actuar de los progenitores de tu pareja.

La historia personal que cada persona arrastra se basa en el modelo educacional que sus padres le inculcaron. Hay padres que experimentan la denominada “etapa del nido vacío” de una forma gratificante: Dejan que sus hijos se independicen sanamente y esto les aporta el inicio de un nuevo ciclo con el compañero/a. Sin embargo, la situación más común adquiere matices borrascosos. De hecho, se tiende a adoptar un papel intrusivo a la hora de la toma de decisiones en la pareja que ha constituido el hijo/a.

La convivencia sana con los suegros se da cuando fluye el amor hacia los propios padres y el respeto mutuo… Y esto se produce porque cada miembro ha logrado una posición social en el seno de la familia. Los aprendizajes entre padres e hijos son mutuos. Incluso, los miembros de la pareja más mayores pueden hacerse cargo del cuidado de los nietos o apoyar a sus hijos en diversos proyectos. Al fin y al cabo todos los implicados tienen su recompensa, ya sea emocional, económica o social.

Pero un número significativo de parejas han acabado en ruptura por una influencia tormentosa y constante de los suegros. La dinámica de la nueva vida familiar puede verse afectada negativamente por personas ajenas a la pareja. Están los suegros que se entrometen con la nuera o el yerno indicándole el modo más correcto de educar a sus críos. Pero tan malo es eso como el desapego radical de aquellos suegros que se niegan a convivir con los hijos y nietos, privándose de compartir excelentes momentos y establecer un vínculo afectivo saludable.

En definitiva la resolución de los conflictos debe recaer exclusivamente en los miembros que forman la nueva pareja… Los suegros sobran.

Mi pareja fuma


Observas cómo tu pareja tiene la necesidad física de recibir su dosis diaria de nicotina… De hecho, enciende un cigarrillo tras otro de un modo casi automático. Tu preocupación aumenta. No sólo te molesta el humo continuo desprendido del tabaco, sabes que el hábito instalado en “tu amorcito” es una drogadicción.

Lo primero es determinar qué perfil de fumador es tu pareja. Si utiliza el tabaco como un relajante y únicamente en situaciones de crisis o nerviosismo, estás ante un fumador negativo. Una actitud hedonista frente al tabaco se produce cuando se fuma de manera controlada, disfrutando del placer del humo. Pero te topas con un gran problema cuando el fumador es crónico, es decir, cuando fuma constantemente sin ser consciente de ello.

La Organización Mundial de la Salud cataloga el tabaquismo como “una enfermedad adictiva crónica”. Los efectos negativos sobre el organismo son palpables: Disminuye la capacidad respiratoria e incrementa significativamente el riesgo de padecer cáncer, enfermedades cardiorrespiratorias y otros problemas de salud.

Una de las soluciones más novedosas es animar a tu pareja a que se efectúe una espirometría. Probablemente, los datos proporcionados por esta prueba harán que deseche la idea de seguir fumando.

El objetivo de una espirometría es la identificación precoz de anormalidades funcionales pulmonares en pacientes que no tienen ningún o pocos síntomas. A raíz de someterse a tal práctica se adquiere más conciencia sobre los peligros de desarrollar las enfermedades que provoca el tabaquismo.

Actualmente, el consumo de tabaco es el principal problema de salud pública en los países desarrollados. Y es que puede desencadenar mortalidad prematura ya que se ha asociado a más de veinticinco enfermedades.

Existen razones de peso para abandonar el hábito de fumar. Si cuentas con el apoyo de tu compañero/a sentimental, el camino hacia una liberación saludable se tornará más llevadero.

Parejas hirientes


Observas como tu relación va adquiriendo un tinte oscuro que enturbia los sentimientos positivos…Y últimamente recibes continuamente reproches donde más te duele. Aunque sea la persona a la que más quieres y deseas de este mundo, aprende a ponerle en su sitio sin perder los nervios.

Ambos os adentráis en una esfera peligrosa donde la armonía ha dejado de brillar. Fluyen con fuerza sus comentarios malintencionados sobre cualquier tarea que te dispones a realizar.

Antes de que la situación cobre una magnitud irreparable, conviene seguir tres pasos:

1. No entres en su juego. Si reaccionas con ira o te enfadas con la persona metepatas, incrementas su inseguridad y puedes terminar provocando una escalada de descalificaciones. Esto, además de resultar desagradable, suele empeorar la situación.

2. Párale los pies. Para que entienda que ciertos comportamientos resultan inoportunos, es mejor hacérselo notar manteniendo la calma y con preguntas del tipo: ¿En qué sentido lo dices? ¿Qué quieres decir?

3. Responde a sus críticas. Puedes contestar de inmediato a sus frases malintencionadas, diciendo abiertamente que te está molestando o prueba a responder irónicamente.

La psicóloga y psicoterapeuta Irene Alonso señala:

Las personas que actúan así tienen escasas habilidades para relacionarse. Esas formas de comportamiento desadaptadas suelen enmascarar sentimientos de inseguridad y un pobre autoconcepto. Hay que evitar que nos afecten sus comentarios, por ello es idóneo centrarse en uno mismo y ponerle límites. Acepta que el otro es como es, que no puedes hacer más por ayudarle y admite que tú eres responsable no de lo que él diga, sino de tu malestar emocional.