Todas las relaciones pasan por diferentes etapas y la gran mayoría de una manera u otra, se han sentido tentados a ser infieles en algún momento de sus vidas. Pero una cosa es pensarlo y enseguida borrarlo de la mente, y otra muy distinta es ser infiel o pensar seriamente en llevarlo a cabo.
Si te sientes tentado/a, piensa en las consecuencias que podría tener antes de ser infiel:
• Piensa en el daño que podrías hacerle a tu pareja si se entera. Para ello, ponte en su lugar. Analiza el daño que a ti te haría la situación contraria.
• Ten en cuenta el enorme esfuerzo que implica. Cuando tienes dos relaciones debes pensar cuidadosamente la estrategia de mentiras y coartadas para evitar que tu pareja te descubra. Además te llevará mucho tiempo y te agotará mentalmente y reduciendo tu rendimiento en el trabajo o la vida en familia.
• Imagina los apuros y los viajes. Podrás ver a tu amante en esos pequeños momentos libres que tenías para relajarte. Ahora solo los dedicarás para estar un rato juntos y volver enseguida a tu casa.
• Suma el dinero que te costará. Tener un amante conlleva gastos de cenas, caprichos, etc. Suma esto a los gastos de tu casa.
• Imagina qué hará tu amante si lo dejas. Hay amantes que no comprenden por qué la familia está primero. Antes ser infiel si no hay solución con tu pareja, sepárate. Y así evitarás ser víctima de venganzas de amantes despechados.
• Visualiza la separación. Si engañas, el otro no te volverá a tener confianza y es probable que te pida el divorcio. Imagina la separación y las consecuencias que conlleva como: cambiar de vivienda, la custodia de los hijos(si los hay), etc.