Asume la derrota amorosa sin dramas


Hace unas semanas, un chico me contó que estaba interesado por otra chica, y que tenía ganas de descubrir si ella tenía el mismo interés o no para poder seguir con su vida. Me lo dijo con una actitud totalmente natural, es decir, sin ningún tipo de drama ni de dolor, sino con un profundo respeto hacia sí mismo. Algo que denota una buena autoestima.

Me gusta compartir este ejemplo con vosotros porque permite visualizar de una forma clara el sentimiento que se debe tener ante la incertidumbre del amor. Seguro que en alguna ocasión, has podido conocer a alguien que ante el rechazo se sintió como si el mundo se viniese abajo y como si su propio valor fuese cero, simplemente, porque la otra persona le había dicho que no.

La realidad es que dando la vuelta a la historia, tal vez, ese «no» haya traído a muchas personas algo bueno en su vida. Sencillamente, porque tal vez, aprendieron a valorarse más a sí mismas, a lo mejor estaban idealizando a quien no debían o a los pocos meses descubrieron a su verdadero amor.

Por ello, nada mejor que asumir la derrota sin dramatismos, entre otras cosas, porque no existe tal derrota cuando tú has tenido la valentía de dar el paso e intentarlo. No hay nada más noble que el hecho de arriesgarte al rechazo y al dolor de la decepción que evidentemente, produce tristeza y rabia a corto plazo.

En la vida no siempre se gana. Esto lo puedes comprobar no sólo en el amor sino también, en el terreno profesional donde muchas personas con talento no han tenido la oportunidad de encontrar el trabajo que se merecen. Por tanto, el valor de cada uno es ajeno a los éxitos y a los fracasos. Además, éxito y fracaso son dos términos relativos.

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