Hace tiempo que te fijaste en ella. Tiene todo aquello que un hombre desea: Una personalidad arrolladora y un atractivo físico que seduce enseguida. Sin embargo, existe un pequeño inconveniente: Ella ya tiene novio.
Pero eres un “cabezota” y a toda costa quieres transmitir los nuevos sentimientos que alberga tu corazón. Aunque crees que tus posibilidades de conquista son mínimas, no tienes miedo en declarar tu amor a la chica de tus sueños.
Un primer paso puede ser solicitar su correo electrónico o teléfono. Esta situación puede darse tras haberse producido juegos de miradas intensas y hasta sonrisas que ofrecen una buena pista acerca de la positiva sensación que provocas en el otro.
Cuando tienes la certeza de que el amor anda rondando entre ambos, se puede lanzar una invitación para salir a solas. Durante la cita puedes expresarle lo que sientes, si no encuentras palabras (por los nervios) cuando vayas a despedirte lo haces con un suave beso en los labios.
Tal vez las circunstancias que os rodean se basan en juegos de niños en los que abundan las indecisiones: “Ahora sí, ahora no”. No pierdas más el tiempo y comunícale que tus sentimientos se transformaron en algo serio.
Pero como el hecho de que tu chica esté emparejada hace más complicadas las cosas, recurrir a tácticas supuestamente más suaves, pueden proporcionarte una mayor tranquilidad. Por eso, ahí tienes los avances tecnológicos ¿Para qué están el correo electrónico, el msn, etc?
Definitivamente en tu interior únicamente resuenan las siguientes palabras:
Aunque no permaneces junto a mí, sé que en algún momento me recuerdas. Quiero que seas feliz y si algún día quisieras verme no dudes en hablarme… Sabes que yo estaré contigo.