Muchas parejas superan el obstáculo de la infidelidad. Otras se dan la oportunidad de intentarlo hasta que descubren que ese hecho ha marcado un punto de inflexión en su amor. Los miedos son muy habituales en el diálogo interior de los enamorados que están en proceso de afianzar su relación después de lo ocurrido, intentando superar los roles de «infiel» y «víctima de infidelidad». ¿Cuáles son los miedos más universales en esta situación sentimental?
Que la historia vuelva a repetirse
Este es el temor por excelencia. La duda de saber que si este hecho ya ha pasado una vez, puede volver a repetirse en el futuro. Causando una mayor decepción todavía. Este miedo es lógico y humano, sin embargo, no existe un modo real de saber qué puede ocurrir o no dentro de unos meses o un año. Se teme incluso que la otra persona pueda estar pensando en ese alguien o mantener el contacto por teléfono.
No poder olvidar lo ocurrido
Este hecho duele, especialmente, a quien ha sufrido la infidelidad como víctima, sintiendo el engaño de su pareja. Y durante muchas semanas o incluso meses, siente la angustia de imaginar a su pareja viviendo momentos de pasión con esa tercera persona. Conviene partir de la base de que olvidar es totalmente imposible puesto que no se pueden tachar escenas que forman parte del álbum de la vida. El olvido significa que llegue un momento en el que el recuerdo de ese suceso no cause el sentimiento de ira y desengaño presente.
No poder volver al punto anterior
La infidelidad se observa como un punto de inflexión pero muchas parejas hacen un mal planteamiento al querer volver al punto en el que se encontraban antes de que aquello ocurriese. Lo más importante es no comparar constantemente el ahora con el ayer y vivir el amor afianzando las etapas asumiendo lo ocurrido en cada caso.