Existe una situación real y posible: que una persona se dé cuenta de que está inmersa en una relación en la que no existe un sentimiento recíproco o bien porque uno de los dos ha dejado de sentir algo especial por el otro o incluso, porque nunca llegó a estar verdaderamente enamorado. Con frecuencia, existen personas que posponen la decisión de romper con la confianza de que con el tiempo las cosas cambien y evolucionen. Además, para aquel que toma la decisión de romper, el papel tampoco es sencillo porque tiene un afecto sincero por el otro. Pero eso no es suficiente para mantener una relación de amor. ¿Qué hacer en una situación así en la que no sientes la ilusión de estar enamorado?
Utiliza tu sentido común
En una situación de este tipo, es importante tener un espíritu práctico y utilizar el sentido común. Algo que es más fácil de practicar cuando observas la situación de forma externa porque así se tiene una mayor objetividad: ¿Qué consejos le darías a un buen amigo que estuviera inmerso en una relación de pareja en la que no existe reciprocidad?
Existen películas que muestran de forma positiva que es mejor no forzar las situaciones en este tipo de casos: Cuando menos te lo esperas es una buena película para reflexionar sobre el tema.
Cortar por lo sano
Cortar por lo sano es lo más recomendable para empezar desde cero de verdad. Es decir, reducir el contacto a cero es una necesidad real para pasar página cuanto antes y evolucionar. Además, cortar el contacto entre los dos ayuda a aquel que todavía sigue enamorado a no tener esperanzas, ni a generarse falsas ilusiones. Es fácil que aquel que no está enamorado pueda confundir los sentimientos de aquel que sí lo está. Y no confundirle, es un acto de respeto.