El miedo es uno de los sentimientos constantes a lo largo de la vida. La diferencia entre un miedo sano y otro enfermizo es que el primero no te determina, sin embargo, el segundo sí te condiciona. En el plano del amor, existen miedos lógicos que pueden hacerte sufrir de forma amarga. ¿Cuáles son estos temores naturales que deberías afrontar para avanzar?
Miedo al cambio
Una posible relación de pareja trae consigo algunos cambios en tu vida. Una vida en la que puedes sentirte muy cómodo. Y, de pronto, gestionar esa nueva realidad puede asustarte en cierto modo, especialmente, si llevas mucho tiempo disfrutando felizmente de tu soltería. Y la idea de integrar una nueva relación en tu estilo de vida te produce este sentimiento.
Miedo a abrir tu corazón
Demostrar tus sentimientos, expresar la verdad de tu ser, hablar con el corazón y ser generoso en afectos, es algo que puede producir una inquietud especial en el inicio de una relación cuando tú sabes exactamente el punto en el que estás, pero no conoces tan bien el estado en el que se encuentra la otra persona.
Miedo al futuro
Al inicio de una nueva relación, todo parece muy bonito, sin embargo, la incertidumbre de cómo pueda evolucionar esa historia a pesar de la implicación inicial por ambas partes puede hacerte sentir vulnerable en grado extremo. Como ocurre en cualquier tipo de circunstancia, este temor se corrige poniendo atención en el ahora.
Miedo a ser vulnerable
El enamoramiento, a veces, se define por la noria de la emoción constante, especialmente, en la etapa de la adolescencia. Por tanto, estas emociones intensas pueden hacerte sentir totalmente vulnerable por un amor que te expone a la intensidad de una experiencia que en muchos instantes te hace sentir frágil a nivel emocional y afectivo.