Dentro del terreno de las relaciones interpersonales existen muchas cosas y muchas situaciones que causan dolor. Aceptar dichos momentos tal y como son es difícil, especialmente, en la adolescencia cuando las emociones se viven de una forma extrema y el mundo, se limita a los estudios, los amigos, los amores y la familia. Con la madurez, crece la perspectiva de la propia vida, por tanto, es más fácil relativizar esas cosas que duelen. O al menos, vivirlas de una forma más esperanzada y optimista.
¿Qué cosas producen dolor? La infidelidad, el rechazo de la persona que te gusta, el hecho de que tus expectativas no se cumplan, hacer frente a la indiferencia de alguien que a ti te interesa, el abandono de tu pareja, las faltas de respeto, una humillación, la soledad… Al final, el mundo emocional de una persona no es perfecto, siempre hay algo que se puede mejorar. Sin embargo, lo importante es que el balance sea positivo para que el nivel de felicidad también lo sea.
El dolor se alivia por pura inercia con el paso de los días, por ello, es verdad que es necesario dar tiempo al tiempo para dejar de sentir con tanta intensidad. Por otra parte, en medio de una situación negativa es importante pensar en lo positivo. Por ejemplo, si te dejó tu pareja puedes pensar que algo nuevo te espera en el camino y que ahora tendrás más tiempo para centrarte en ti, en tus objetivos y en tus amigos.
O también, si por ejemplo sufriste la traición de un amigo, piensa simplemente, que gracias a esa traición sabes cómo es esa persona que no quieres que esté en tu vida. No todo es de color negro, es decir, también existen colores más bellos en medio de la tristeza. ¿Qué cosas te producen dolor a ti?