El corazón humano es libre, es decir, nadie puede interceder en la intimidad ajena ni para bien ni para mal. Pero además, de hecho, en caso de que quieras forzar una situación de una forma artificial (así sucede cuando agobias a alguien), conseguirás el efecto contrario al deseado. Por tanto, es mejor tener elegancia y saber estar tanto en la victoria como en la derrota.
Pero también, en el amor es fundamental aprender a aceptar la derrota de saber que la persona que te gusta tal vez, esté enamorada de alguien que no eres tú. Dicho así suena muy doloroso, por ello, lo primero que debes hacer para poder sobrellevarlo es alejarte y superarlo. Es decir, marcar la distancia necesaria como para evitar ver a esa persona feliz y enamorada. En la medida en que dejes de verle también le apartas de tu mundo emocional y te permites vivir el proceso de duelo propio de un desamor.
Por otra parte, nunca debes culparte por algo así. No está en tu mano que el otro te quiera, pero eso tampoco significa que tú tengas menos valor porque no lo haga. Al revés, tu dignidad es enorme y en el momento más inesperado alguien se fijará en ti y luchará por ti. En caso de que eso tampoco suceda nunca, entonces, sencillamente, debes saber que tienes que vivir feliz sean cuales sean tus circunstancias.
Muchas personas no encuentran a un gran amor en su vida. Pero no hay que hacer una tragedia de esto porque el hecho de no haber alcanzado el éxito en un ámbito de la vida (en caso de que sí se hubiera querido formar una familia) no significa que ese sea el balance general de todo un destino. Es decir, existe el trabajo, el ocio, los amigos, el bienestar interior, los sueños… La imagen de este artículo está tomada de la película ¿Qué les pasa a los hombres? y es una historia excelente para reflexionar sobre esta cuestión.