Desde el presente es muy fácil echar la vista al pasado y empezar a dar vueltas a la cabeza en relación con las historias vividas ayer. En cierto sentido, resulta más fácil criticar el pasado que poner toda la energía en afrontar el presente. Ya que es en el ahora cuando nos la jugamos de verdad. Sin embargo, la realidad es que para evolucionar en la vida, y vivir el momento inmediato es necesario liberarse de esa carga emocional que produce el pasado cuando se vive como si los recuerdos fuesen una mochila que se va acumulando sobre la espalda y que pesa toneladas.
Debes dejar esa mochila aparcada en alguna parte para liberarte del peso de la culpa, de la rabia, la melancolía, la tristeza o la frustración para dar la bienvenida a todo aquello que está por llegar. No hay forma de empezar una nueva relación mientras se sigue anclado en lo que pudo pasar. Es decir, es fundamental empezar a vivir de nuevo de verdad dando las gracias por todas las experiencias vividas. La gratitud es un sentimiento que te conecta con el lado positivo de la vida y del amor.
Es habitual que después de una ruptura, la persona se quede sólo con lo negativo. En parte, se trata de un mecanismo de defensa que es bueno para superar el dolor de un primer impacto. Sin embargo, con el paso de los meses y de los años, todo vuelve a su lugar, y entonces, las cosas pueden verse con más objetividad. Intenta vivir el presente, sentir el ahora, y no dejar que malos recuerdos del ayer te impidan aventurarte en una nueva historia como si fuese la primera vez que te enamoras en tu vida.
Para dejar que el sentimiento surja, en más de una ocasión, es fundamental poner límites a la razón. No es bueno dar vueltas y vueltas a un mismo tema. Lo que tenga que ser, será.