Organizar un viaje de vacaciones es uno de los planes más frecuentes durante la época estival. Muchas parejas disfrutan de un viaje a un nuevo destino, o visitan el mismo lugar cada año. Sin embargo, también es posible disfrutar de las vacaciones por separado. Esta opción tiene sus beneficios y sus desventajas. ¿Cuáles son los pros y los contras?
Ventajas de esta elección
Rompes la rutina, descubres el placer de echar de menos a tu pareja. El reencuentro puede ser emocionante después de unos días sin veros. Pero además, también tendréis muchas novedades que contaros.
Pasar tiempo con amigos. Es decir, puedes organizar un viaje con tu grupo de amigos y compartir planes como si no hubiese pasado el tiempo.
Aprovechar el tiempo. A veces, la decisión de disfrutar de las vacaciones por separado es la consecuencia de tener dificultades para conciliar los días libres en el trabajo. Sin embargo, si te ocurre una situación de este tipo, no tienes por qué renunciar al viaje. Esta experiencia también puede ser muy positiva para mejorar la comunicación entre ambos y fomentar la confianza.
Desventajas de esta opción
Los viajes por separado son positivos siempre y cuando no son una excusa, es decir, una forma de evitar compartir tiempo con la otra persona. En ocasiones, las frustraciones reprimidas durante el año con la excusa de la ocupación y la prisa, afloran con más fuerza durante el verano. Dando lugar a vacíos emocionales, carencias, estrés e insatisfacción. En este caso, evitar un viaje en pareja es una forma de evitar afrontar la realidad de la relación.
En otros casos también ocurre que cuando una pareja tiene horarios muy diferentes de trabajo, tiene poco tiempo para verse en la rutina habitual. Y un viaje juntos es una fórmula para crear nuevas experiencias en un contexto lúdico como el verano. Por esta razón, un viaje en solitario suma todavía más distancia.