El enamoramiento en sí mismo tiene parte de flechazo, es decir, un alto poder hipnótico en tanto que el objeto de deseo capta tu atención con una alta intensidad. Hasta el punto de que el hecho de estar enamorado dificulta la concentración en otras tareas intelectuales como el trabajo o los estudios. Un flechazo puede ser más o menos intenso, en ocasiones, es simplemente una intuición que luego se confirma con el paso del tiempo conforme conoces más y mejor a la persona que te gusta.
Un sentimiento irracional
Sentir un flechazo por otra persona es una experiencia totalmente irracional que muestra el valor que en algunas ocasiones tiene la intuición. Existen historias que surgieron de esta forma y tuvieron un final feliz. En contraste, también destaca el número de flechazos frustrados que muestran que a una persona no se le conoce de verdad hasta que quedas con ella durante mucho tiempo.
Qué hacer ante el flechazo
El flechazo es muy intenso, este sentimiento modifica de golpe la realidad personal. De pronto, surge una persona y lo cambia todo con su presencia hasta el punto de que el orden de prioridades a nivel individual también varía. La intensidad del flechazo es notable pero con frecuencia, este sentimiento también puede ser un espejismo. Algo así como levantar castillos en el aire puesto que no existe un pilar sólido de esa historia de amor.
Esta es una de las razones por las que hay que ser prudente, escuchar el sentimiento y tomar las cosas con calma. Los flechazos a veces van a más, otras también mueren. Pero ahí reside su magia, en que son imprevisibles. La verdadera fortuna reside en sentir algo así, en creer que has encontrado a tu otra mitad casi por arte de magia, por el puro azar del destino que puso a quien tú querías en tu camino.