¿Por qué cuesta tanto dar el primer paso? En ocasiones, puede suceder que te guste una persona desde hace mucho tiempo y nunca encuentres el momento oportuno para dar el primer paso en algo tan sencillo como invitarle a tomar un café. El miedo aparece como un fantasma que te hace sufrir. En ese tipo de situaciones, te asusta arriesgarte porque temes encontrarte con una negativa.
La realidad es que alguien que está en ese periodo, si de verdad fuese valiente entonces sufriría mucho menos al ver las cosas en el momento oportuno. Es decir, cuanto antes se sabe la verdad ya sea buena o mala, mucho mejor. Cuesta mucho dar el primer paso, tal vez, demasiado. Seguramente, porque es más fácil quedar a la expectativa esperando que lo dé el otro y que se arriesgue. Con esta actitud, si las dos personas piensan lo mismo, entonces, pueden pasar siglos o incluso, puede que nunca se produzca esa declaración de amor.
Por otro lado, a veces, puede resultar más bonito vivir el sentimiento con la esperanza de que en algún momento pueda derivar en una historia que dar ese temido primer paso, y que las ilusiones mueran de golpe al escuchar la respuesta ajena. Sin duda, se trata de un momento duro que duele más o menos dependiendo del grado del propio enamoramiento.
En otras ocasiones, también cuesta dar el primer paso por una cuestión cultural. Es decir, las chicas, por ejemplo, durante mucho tiempo han quedado a la expectativa de lo que haga el chico. Por suerte, las cosas están cambiando de forma favorable en la lucha por la igualdad en todos los sentidos. El hecho de que algo cueste, no es excusa para no hacerlo. Es decir, declarar los sentimientos es difícil, pero se trata de un momento especial de la vida que te ayuda a crecer como persona.