A veces, en medio de una historia puedes caer en el dramatismo de creer que todo está perdido en el amor. De que ya has fracasado y el otro nunca se fijará en ti. O sencillamente, de que la historia no ha funcionado y hay problemas de pareja que no se pueden resolver o conflictos en la comunicación que producen dolor. No todo está perdido en el amor si te animas a cambiar de actitud, es decir, si eres lo suficientemente valiente como para darte la oportunidad de ser feliz y de intentarlo hasta donde tengas fuerzas.
Es decir, no debes invertir más energía de la que seas capaz de tolerar ni tener miedo de sentir la frustración de que las cosas no salgan como tú esperas. Tal vez en algún momento descubras que a lo mejor el otro sólo necesita tomarse un poco más de tiempo y si le agobias, estás causando el efecto contrario. Es decir, en vez de acercale le estás alejando.
No todo está perdido en el amor parar ello, puedes romper con la rutina y con la monotonía, es decir, atrévete a crear y a regalar magia. Ten la capacidad de disfrutar el presente con sentido del humor. En la medida en que eres capaz de potenciar el sentido del humor también puedes relativizar con ironía todos aquellos problemas que te preocupen y te causen dolor. Por otra parte, cuando tengas un problema de pareja, por ejemplo, evita obsesionarte con él.
Es decir, no centres toda tu atención en un mismo tema. Permítete el placer de relativizar y de tener otros espacios en tu día a día para la calma y el descanso. En definitiva, para poder sentirte bien contigo mismo, disfrutar de tus amigos, de tu tiempo de ocio y de tu presente al máximo.