La etapa de los 30 años marca un punto de inflexión en la vida de muchas personas. Es en la década de los 30 a los 40 cuando muchas parejas toman decisiones muy importantes como comprar una casa, casarse y tener hijos. Y también existe otro sentimiento posible: la decepción personal que experimentan personas solteras que tenían un plan de vida distinto. El dolor por la soltería no debe analizarse en sí mismo sino por lo que representa. Es decir, quien sufre por no tener pareja no siente esta incomodidad por el simple hecho de no tener citas románticas sino por lo que significa no poder materializar un proyecto personal vinculado a la idea de vivir en pareja.
Por esta razón, entre los distintos sentimientos posibles que puede experimentar una persona que no le agrada su soltería después de los 30 años es la decepción. Siente que cualquier plan o motivo de ilusión es de menor calidad que un amor correspondido.
Qué hacer para curar la decepción
Uno de los pasos más importantes es aprender a vivir el día a día y no sentir una especie de cuenta atrás en el reloj del amor, como si cada año que pasa hubiese menos oportunidades para conocer a alguien. Por otra parte, conviene no visualizar la vida en pareja como el final de todos los problemas sino como el inicio de una nueva etapa que trae consigo nuevas alegrías pero también, nuevas dificultades. La vida es un proceso de aprendizaje constante tanto para el casado como para el soltero.
Tu vida es única
Una persona que está soltera después de los 30 y sufre por ello, tiende a obsesionarse con la edad de un modo que eso le impide disfrutar de su juventud y de su momento. ¡No dejes que esto te pase! Busca tu desarrollo profesional, aspira a hacer nuevas amistades, cultivar tu vida de ocio, comparte tiempo en familia, viaja, lee más libros… ¡Piensa en positivo respecto de tu propia vida porque tu historia es única!