Aunque tienes pareja desde hace tiempo, tú también estás expuesto a entrar en el juego de la aventura prohibida. Si eres de los que juega con fuego llevando vidas paralelas, seguramente estés atrapado en un conflicto aparentemente irresoluble. En realidad lo quieres todo: No te sientes con la suficiente determinación de dejar a tu pareja pero tampoco a tu amante. Sin embargo, has de saber que la mayoría de las veces dicho conflicto paraliza las decisiones ¡No te dejes atrapar!
En el hecho de ser infieles no importa la extracción de clase social, la cultura o el nivel educacional. Muchos personas se consideran fuertes a la hora de podérseles dar un escarceo sentimental. Pero las estadísticas hablan de un número significativo de individuos que han terminado involucrados en las más retorcidas aventuras o en relaciones de amantes especialmente complejas y difíciles de finalizar.
Ser infiel significa romper efectivo/sexual preestablecido. La principal causa de divorcio y maltrato conyugal es la infidelidad. De hecho se le puede considerar como “el lado más traumático del amor descarrilado”. Quien está inmerso en episodios de infidelidad, también es propenso a sufrir depresión, estrés, ansiedad, pérdida de autoestima y una gran cantidad de alteraciones psicológicas.
No es bueno insistir y persistir en mantener una relación de pareja enfermiza o sufriente. Antes que una vida repleta de engaños, es mejor una separación cordial (en el caso de que pueda establecerse).
En el libro “Jugando con fuego” de Walter Riso, puedes hallar algunos consejos muy prácticos sobre la infidelidad así como conocer en profundidad los mecanismos de comportamiento que han generado dichas situaciones tan complicadas.
En esta obra encontrarás reflexiones como:
La mejor manera de prevenir la infidelidad es conocer su dinámica, desprenderse de los mitos que la rodean y entender las causas que la activan sin olvidar sus consecuencias. La fidelidad es un acto de voluntad, no del corazón.