La timidez puede convertirse en una barrera que condiciona las posibilidades de desarrollo personal de un ser humano cuando con esta excusa, una persona tímida deja de hacer muchas cosas por el simple hecho de que le incomodan en un primer momento. La timidez se reafirma a sí misma cuando una persona actúa a través del mecanismo de la evitación, en cambio, es posible poner freno al sentimiento de timidez asumiendo nuevos retos que obligan a la persona a superar sus propios miedos.
Cómo vencer la timidez
Solo cuando te pones a prueba a ti mismo descubres que eres capaz de llegar más allá de donde tú habías imaginado. La timidez puede condicionar de una forma considerable la vida social de una persona. Cada persona tiene algunas asignaturas pendientes que superar en su vida. En ese caso, elabora una lista de cinco situaciones que te cuestan un esfuerzo extra. Una vez que hayas identificado esas situaciones te será más fácil afrontarlas.
Existen cursos que pueden ser especialmente recomendables para que una persona afronte sus temores. Un curso de teatro, un taller de risoterapia o un curso para hablar en público son buenas herramientas de ayuda.
Reflexiones al respecto
En última instancia, si decides no hacer algo en tu vida que no sea únicamente por timidez. Es decir, es importante que tengas más razones para decir no a algo en concreto. De lo contrario, la timidez se convierte en un freno constante.
La psicología de la timidez reside en comprenderte a ti mismo. Con frecuencia, las personas tímidas se condicionan en exceso a sí mismas a través del pensamiento. Para evitarlo, las personas que son tímidas deberían pensar en esta cualidad como algo positivo, pero además, deberían recordar que su personalidad no se reduce a este rasgo del carácter. Además, conviene destacar que la mayoría de las personas, incluso aquellas que no son tímidas, se sienten menos cómodas ante ciertas situaciones. Por ejemplo, acudir a un plan en el que conocen a poca gente.