En la etapa del noviazgo sobran las palabras de amor, las flores y pequeños detalles están presentes en todo momento. Sin embargo a medida que avanza la relación, esos detalles van quedando atrás hasta llegar a desaparecer la ilusión por completo.
Por eso el “alimento” diario de las relaciones de pareja son esas pequeñas grandes cosas que marcan la diferencia, ya que son la expresión más pura del amor que ambos se profesan.
Principalmente deben fortalecer, los detalles que día a día van manteniendo esa relación, sin que el tiempo o el hecho de que estén casados, desacrediten esa convivencia porque el romanticismo debe estar presente entre las parejas.
Toda relación de pareja debe regarse como se hace con una plantita, llenándola cada día con detalles mínimos que te hagan crecer como persona y hacer sentir a la otra que es muy importante en tu vida; no por el hecho de que ya son novios o estén casados va a faltar un «te quiero».
El problema es que muchos matrimonios acaban haciendolo todo muy rutinario que se olvidan de esas pequeñas cosas bien porque piensan que como ya están juntos, no tienen que conquistar al otro y se esfuerzan menos o nada, en ese sentido.
Además, la mujer siempre cae ante el galanteo y la caballerosidad del hombre, incluso en la intimidad cuenta mucho este tipo de comunicación amorosa y respetuosa, ya que algunos sólo se limitan a sentir placer en la relación sexual y se olvidan de su sensibilidad emocional.
En conclusión, podemos aconsejar que no por estar casados o vivir en pareja se deben olvidar de los detalles, porque ellos harán de tu vida sentimental un duradero y gran amor.