Las promesas forman parte de la comunicación entre dos personas. Tanto en la pareja como en la amistad, estos mensajes tienen sentido. Sin embargo, el significado de esta expectativa puede quedar vacío cuando la persona no se concentra realmente en el significado de sus palabras. Estos son los cuatro errores frecuentes al hacer una promesa.
1. Relativizar el valor de esas palabras
Todo cambia con tanta velocidad que la reflexión en torno a algo permanente también resulta efímera para quien relativiza aquello que dice porque no se hace responsable de sus palabras y de las expectativas generadas en el otro. Las palabras tienen un valor muy importante en una promesa.
2. No expresar esa promesa en los hechos
Cuando una persona se compromete a hacer algo, puede resultarle muy sencillo aceptar esta acción en la teoría, es decir, de palabra. Pero un error muy frecuente es no trasladar esa afirmación previa al ámbito de la experiencia. De este modo, la comunicación de los hechos es diferente al lenguaje verbal.
3. Corresponder de manera automática
A veces, una promesa es la respuesta a un mensaje iniciado previamente por el interlocutor. Sin embargo, incluso cuando una persona te hace una promesa, tú eres libre de no responder del mismo modo en ese momento. Puedes tomarte tu tiempo para reflexionar al respecto.
4. Poner el foco de atención en la emoción
La emoción es cambiante, por ello, si haces una promesa basándote únicamente en cómo te sientes en ese momento, puede que esta realidad cambie poco después. Por este motivo en concreto, por ejemplo, se produce el error habitual de hacer promesas importantes en los primeros meses de enamoramiento.
Cuatro errores frecuentes al hacer una promesa a partir de los que puedes reflexionar a nivel personal para no caer en ellos. ¿Qué otras reflexiones te gustaría añadir?