A veces, la convivencia deriva en una sensación de estancamiento. El peso de la rutina, el distanciamiento y la incomunicación crean una combinación negativa. ¿Cómo evitar el desgaste en la convivencia? En Son Pareja proponemos cuatro recomendaciones.
1. Citas especiales; esenciales aunque cambien las circunstancias
Aunque se produzcan con menor frecuencia que en el noviazgo, es aconsejable disfrutar de planes diferentes. Aunque las agendas de ambos sean complejas, y las responsabilidades de pareja hayan aumentado, tal vez sea posible concretar un plan semanal, quincenal o mensual para desconectar de la rutina.
2. Hablar sobre aquellos asuntos que causan el desgaste
A veces, el desgaste se agrava por el efecto del silencio y la incomunicación. Hay detalles que están deteriorando el vínculo, pero cada uno evita tratar ese asunto. Pues bien, para prevenir el desgaste, es fundamental practicar la comunicación desde la sinceridad y la colaboración.
3. Reparto equitativo de tareas y responsabilidades
El amor también se relaciona con la parte práctica de la convivencia. Es decir, el reparto equitativo de las responsabilidades y las tareas potencia el bienestar, la igualdad y la colaboración. Eso no quiere decir que solo haya una única manera de tomar decisiones sobre este asunto. Es decir, tú puedes establecer acuerdos con tu pareja.
4. Espacio propio
En otros casos, el desgaste de la convivencia también está relacionado con la falta de tiempo para uno mismo. Porque la rutina diaria va más allá de la vida en pareja y es positivo cultivar otros espacios y otros vínculos que, además, enriquecen la relación. Porque cada nuevo reencuentro puede estar acompañado por novedades, temas de conversación y anécdotas diferentes. En ocasiones, el desgaste de la convivencia muestra el peso de una rutina que se repite un día tras otro. Hacer cosas diferentes e implementar cambios puede ser clave para fortalecer el vínculo y la relación sentimental.