La infidelidad no siempre supone el punto final en una relación de pareja, sin embargo, en muchas ocasiones así sucede. La infidelidad es una tentación posible en una relación estable cuando el peso de la rutina va restando protagonismo a la novedad y esa sensación tan propia del enamoramiento. ¿Cómo cuidar la relación y evitar posibles tentaciones?
Causas de una infidelidad
Existen distintas causas de una infidelidad. ¿Cuáles son las más frecuentes? Deseo de romper con lo previsible para experimentar nuevas emociones y tener nuevas vivencias. La rutina y el aburrimiento sentimental también pueden conducir a la falta de deseo en la pareja.
Existen etapas en una relación de pareja en las que los enamorados son especialmente vulnerables ante posibles tentaciones sentimentales: por ejemplo, en un periodo de crisis. La atracción física entre dos personas que por circunstancias, coinciden con frecuencia, también puede hacer que la tentación sea cada vez más fuerte mientras la fuerza de voluntad, por el contrario, se debilita.
Cómo prevenir una posible infidelidad
En primer lugar, conviene tener la actitud de volver a enamorar a tu pareja más allá del paso del tiempo. Existen personas que una vez finalizada la etapa de noviazgo se comportan como si la conquista ya hubiese finalizado. Uno de los ingredientes más importantes en una relación de pareja feliz es la creatividad como capacidad para integrar nuevos elementos en la vida de pareja. Desde este punto de vista, se potencia la sorpresa de romper con la monotonía. Y dicha sorpresa produce emociones tan agradables como la ilusión.
Por otra parte, para prevenir una posible infidelidad también es muy importante ser sincero con uno mismo. En caso de tener una relación de pareja y sentir una atracción física por otra, lo más adecuado es cortar cuanto antes el contacto con esa persona, poner distancia porque al hacerlo también se enfrian los sentimientos.