Saber decir «no» a una cita


Puede que alguien a quien conozcas aunque sea de vista, se lanza un día y decide invitare a cenar o a tomar café. Pero ella no te interesa para nada, bien porque ya la conoces algo y no te convence su forma de ser, o bien porque desde el principio no te atrajo lo más mínimo y no deseas compartir ni un momento con esa persona a solas.

Entonces se plantea el gran dilema: ¿Cómo le digo que no?

El saber mantener una buena actitud aun cuando la situación no sea cómoda y saber salir adelante, será fundamental. Para ello, sigue estos consejos:

La honestidad ante todo es una buena carta de presentación y si esta persona no es de tu interés, entonces es mejor ser claro desde el principio y dile cosas como que estás agradecido/a con la invitación pero no puedes aceptarla.

Mantente en tu postura. Porque seguro que después de decir que “no”, para no sentirte culpable acabarás diciendo cosas como “Bueno entonces será en otra ocasión” y de hecho cuando llegue esa siguiente invitación también tendrás que volver a decir “no”.

Se firme. La falta de firmeza puede llevarnos a decir “no” pero si nos insisten varias veces terminamos por aceptar cosas que no son siquiera de nuestro interés. En este caso si hoy es “Muchas gracias pero no puedo aceptar tu invitación” es obvio que en unos días o semanas más debería ser “nuevamente muchas gracias, pero no puedo aceptar tu invitación”

Buena actitud. De hecho el ser firme, mantenerse en una posición y saber decir no, en absoluto son sinónimos de mala actitud. Sonreír un poco no hace daño; por el contrario el tema no es acabar con tus amistades, es hacer más y abrir tu círculo pero la idea, es que en el camino cada uno de ellos sepa que eres una persona agradable que sabe decir “no”.

La importancia de las citas


Una relación se puede ir haciendo mucho más fuerte cuando se van realizando diferentes citas. Poco a poco los “protagonistas” van descubriendo a la persona con la que están empezando a compartir nuevas cosas y de esta manera, van recibiendo diferentes avisos que les permiten descubrir si la persona que tienen delante es perfecta para ellos o no. En una cita, debe valorarse todo: las miradas, la actitud, el comportamiento, los valores morales, etc.

Casi todos estos factores juegan un papel muy importante en la decisión final. Lo mejor que puedes hacer para mostrarle a la otra persona que quieres estar con ella, es comportarte de forma racional y sensible. Una conducta impulsiva e incluso irracional, no te ayudará a alcanzar el objetivo deseado, independientemente de la actitud de la otra persona.

Debes ser consciente del “estudio” que ambas partes os hacéis cuando estáis comenzando a conoceros. Al igual que tú recordarás ciertas cosas de la cita, recuerda que a la otra persona le pasará lo mismo. A veces, en ciertos momentos, llegaréis a juzgar el nivel de confort por el que estáis pasando y valoraréis si vivir la vida junto a esa persona sería un compromiso asfixiante o una unión encantadora.

Si los dos estáis a gusto en vuestras citas todo irá saliendo poco a poco. Lo mejor es que los dos os encontréis cómodos y seáis naturales. Puede que después de varias citas, todavía no sepas que es lo que va a suceder. Lo mejor es que hables con esa persona para saber cuáles son sus intenciones.

Consejos para las primeras citas


Si estás empezando a salir con alguien o, tienes pensado pedirle una cita a alguna persona, aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar para que todo salga mucho mejor durante las citas:

– Olvidar el pasado
No hay una razón contundente por la que tengas que hablar de tus anteriores relaciones. No dejes que las sombras del pasado entren en esta nueva relación. Hablar de cualquier cosa, pero intentad que las relaciones amorosas queden fuera. Hay muchas otras cosas maravillosas con las que seguro empezáis a conoceros mucho más.

– No es una entrevista, es una cita
Cuando estés con esa nueva persona, recuerda que no estás en una entrevista ni en ningún interrogatorio. Las preguntas constantes pueden estropear la cita. Si interrogas a la otra persona, lo más seguro, es que esa sea la última cita.

– Cuidado con “nosotros”
Aunque hayáis tenido varias citas, no introduzcas demasiado pronto la palabra “nosotros” en las conversaciones. Si lo utilizas demasiado pronto, puedes agobiar a la otra persona e incluso hacer que se incomode.

– Preservar la individualidad
El resto del mundo sigue existiendo. Puede que vuestras citas salgan muy bien pero, recuerda que tú sigues teniendo una vida que no debes olvidar: amigos, familia… si sólo te preocupas en quedar con esa nueva persona, puede que la agobies y que se sienta presionada. Si esa persona sigue haciendo su vida de manera normal, no tienes por qué enfadarte.

– Cuida la imagen
Que veas que todo va saliendo muy bien y que poco a poco podéis llegar a ser una pareja, no significa que tengas que abandonar tu aspecto. Debes seguir arreglándote, perfumándote… no te abandones.

Invitar a comer a esa persona que te gusta


Crees que le gustas a esa persona que tanto te observa desde su puesto de trabajo, pero ninguno os atrevéis a dar ningún paso. Cuando te paras a pensarlo, te das cuenta de que cuando estáis en grupo todo es diferentes, charláis, os reís, etc. pero cuando estáis solos o en la distancia, esas miradas se transforman en algo más. Decídete y da tu el paso. Invita a esa persona a comer. Si tienes dudas, no te preocupes, es normal.

A veces es fácil saber cuándo una persona está interesada en ti pero, en otras ocasiones es difícil. Observa detenidamente su comportamiento. Ten en cuenta que esa persona pude ser muy tímida y que una actitud demasiado impulsiva podría “asustarla”. ¿Cómo pides a esa persona que vaya a comer contigo? Debes intentar ser muy natural. Aunque lleves todo el día pensándolo, no te prepares ningún discurso demasiado espectacular puesto que, lo normal, es que en el momento más importante te quedes en blanco y todo sea un desastre.

Intenta conocer los planes que tiene para ese día. Si según se va desarrollando la conversación, ves que ese día es imposible, intenta fijar otra fecha para la comida. Intenta que vea que, en principio, en una comida de compañeros o amigos. Si dejas demasiado claro que quieres otra cosa, puede que no le haga demasiada gracia tu atrevimiento.

Si consigues la cita y todo sale bien, debes intentar quedar para otro día. Poco a poco podrás ir aumentado los días y en vez de comer una vez en semana puede que quedéis dos, siempre que sea en un buen restaurante.

Consejos para hombres tímidos y sus primeras citas


Si eres un hombre tímido tendrás mayores dificultades a la hora de enfrentarte a una primera cita. No te preocupes, hoy te vamos a dar unos consejos para que puedas aumentar tus posibilidades y salir victorioso de tu cita. Recuerda que la confianza es un atributo muy atractivo. De hecho, la mayoría de las mujeres dicen sentirse más atraídas por hombres que demuestran tener confianza y seguridad en sí mismos.

Si eres un hombre tímido, tienes que aprender a proyectar una imagen de confianza. Por un lado, el contacto visual es una necesidad. Cuando te cites con una mujer, debes buscar sus ojos y su. Si estás mirando sus zapatos o por la sala en la que estáis, esto hará que la chica esté molesta. En segundo lugar, debes proyectar tu voz y hablar de forma audible y clara. Si te acercas a una mujer y hablas en un tono de voz tan baja que tengas que repetir varias veces lo que digas, ella no va a quedar impresionada por ti.

No cruces los brazos cuando estés hablando con una mujer. En el lenguaje corporal esto indica que intentas mantener un distanciamiento y no quieres que se te acerque. Tu comportamiento exterior (aunque por dentro tengas unas mariposas revoloteando por el estómago) debe ser natural pero calculado para poder proyectar confianza. Practica delante de un espejo. Haz el esfuerzo de mantener la cabeza erguida y los hombros hacia atrás. El lenguaje corporal lo dice todo.

A veces, los hombres tímidos tienen la tendencia a divagar nerviosamente acerca de sí mismos. No es que los chicos tímidos sean groseros e insensibles, es sólo que no están seguros de cómo manejarse bajo presión. Desafortunadamente, si hablas demasiado sobre ti pueden pensar que eres un egoísta ególatra. Debes preguntar a la otra persona cosas sobre ella: su trabajo, sus amigos, etc. pero tampoco te excedas, que no parezca un interrogatorio.