La felicidad es más una cuestión de carácter y de actitud ante la vida que una consecuencia de la situación personal. Existen solteros que son muy felices mientras que otras personas sufren por la ansiedad de encontrar pareja. ¿Cuáles son las características que realmente definen a un soltero feliz?
Visión positiva de la vida
Tiene una perspectiva optimista de su realidad. Es consciente de que no tener pareja no es motivo de sufrimiento crónico puesto que cada ser humano tiene un aspecto de su vida que no se ajusta a sus expectativas. Por ejemplo, una persona puede tener pareja y no tener trabajo, con el sufrimiento que ello supone. O también, es posible tener pareja pero vivir una relación de altibajos y discusiones.
Disfrutan la amistad
Los solteros felices son personas que no ponen la amistad como un bien secundario respecto del amor. Comparten tiempo con sus amigos y aprencian esos instantes de un modo único.
Desarrollo personal
Los solteros felices no quieren posicionarse como víctimas solo por el hecho de no tener pareja y buscan su propio desarrollo personal porque son conscientes de que si un día tienen pareja, esto no supone la solución definitiva a todos los problemas.
Autonomía y decisión
Los solteros felices no convierten su soltería en una excusa para no hacer ciertos planes que otras personas asocian de un modo habitual a disfrutarlos en pareja. Son personas que tienen un alto nivel de autonomía para vivir su tiempo libre programando tareas acordes a sus expectativas.
Iniciativa
Los solteros felices son personas con iniciativa. Y este es el principal ingrediente de felicidad para cualquier ser humano que gracias a esta actitud puede generar un universo de oportunidades en su entorno. Un soltero feliz es aquel que es consciente de que también protagoniza una gran historia de amor, un viaje íntimo a través de esta experiencia llamada vida.
Muchos solteros felices viven plenamente su libertad sentimental porque no quieren tener pareja en ese momento. Sin embargo, el optimismo como actitud también es posible cuando se vive la circunstancia de desear estar enamorado y no producirse este hecho.