La novia y las damas de honor


Para una novia tener una dama de honor a su lado es una gran ayuda. Por supuesto, a la mayoría de tus buenas amigas le encantaría ser tu dama de honor, así que puede que la elección sea un poco dura, aunque siempre cabe la posibilidad de aumentar el número de damas de honor si tienes dudas.

Si finalmente decides tener varias damas de honor, algo que puede facilitar el duro trabajo de preparar una boda es la repartición de trabajos. Puedes hacer que ellas se encarguen de concretar quién finalmente va a asistir a la boda o no. Mientras dos de ellas, por ejemplo, realizan las llamadas, otra te puede acompañar a la prueba del vestido. Pero recuerda que debes dar a tus damas de honor el mismo trato. No hagas notables tus preferencias por ninguna ni expliques que una de ellas tiene más valor par ti que las otras. Todas son iguales.

Deja que se encarguen de la recogida de los regalos del día de la boda y ve con ellas al restaurante para realizar la organización de las mesas con ellas. Puede que la fecha de la boda esté tan cerca que te impida ver el trabajo que tus amigas están realizando por ti. Procura que esto no se te olvide e intenta darles un regalo por la grandísima ayuda que te han proporcionado.

Debes hacer que ellas se sientan las personas más importantes de tu boda. En realidad muchas cosas de la boda no se podrían realizar sin tus inseparables damas. Cuando vuelvas de tu viaje de novios invítalas a cenar y cuéntales como ha ido el viaje. Vuelve a agradecer su ayuda.

Relájate los días previos a la boda


Durante los días de antes de la boda, es probable que estés estresada y nerviosa. Llevas mucho tiempo planificando todo y quieres que todo salga perfecto. No es de extrañar que necesites relajarte a tan sólo un par de días de la fecha del evento. Aquí tienes algunas sugerencias.

1. Recibe un masaje.
El estrés afecta tanto a tu bienestar físico como a tu estado emocional, así que es probable que los días anteriores a la boda tengas mucha tensión muscular. Lo mejor es que acudas a un centro especializado donde puedan darte un buen masaje que te deje como nueva. No te olvides de un masaje de pies.

2. Toma un baño de burbujas.
Crea tu misma un ambiente relajante. Enciende unas cuantas velas y pon música relajante. Prepara tu baño de burbujas y deja tus problemas fuera de él para que te resulte más fácil relajar los músculos.


3. Ir a un spa.
Seguro que es de las cosas más relajantes que puedes hacer unos días antes. Prueba diferentes tratamientos y packs entre los que se pueden incluir hasta baños en barro o la envoltura del cuerpo en algas. Intenta no someterte a limpiezas faciales ya que pueden dejarte pequeñas marcas que el día de la boda pueden ser visibles.

4. Descansa un poco.
Intenta no trasnochar demasiado los días previos a la boda. Es probable que tenga problemas para dormir, así que intenta tomar algo, como por ejemplo una manzanilla, antes de acostarte. También puedes tomar un baño con agua caliente antes de acostarte.

Día de la boda: el papel del padre


Antes de que encontraras pareja y decidierais casaros, seguro que tu padre ha sido el hombre más importante de tu vida. El día de tu boda va a ser tan memorable para él como para ti, así que asegúrate de saber conocer el papel de tu padre en la boda e intenta conseguir que esté muy a gusto.

El padre de la novia tiene algunas funciones muy importantes por lo que es necesario no descuidar un detalle tan importante en él como es el traje. Después de todo, va a estar frente a todos los invitados al menos una vez durante la ceremonia y una vez durante la recepción y además aparecerá en un montón de fotos. La formalidad de su vestimenta debe estar basada en la formalidad de la boda. Nos centraremos en la ropa del novio para aconsejarle en la compra de su traje. Si el novio va con esmoquin, papá también.


Si tu padre prefiere usar vestimenta ritual, como por ejemplo una falda escocesa, lo podrá hacer si tú le das tu aprobación. Otra posibilidad es un traje militar, pero como te hemos comentado eres tú la que debe dar el visto bueno. Si a la hora del brindis quiere decir unas palabras, intenta supervisar su discurso. Debe transmitir a los allí presentes felicidad, sinceridad y agradecimientos, pero que no se exceda más de 5 minutos. En caso contrario, corre el riesgo de ser aburrido.

Si prefieres no viajar sola durante el trayecto hacia el sitio donde se va a celebrar la boda, tu padre puede ser la compañía perfecta. Seguro que durante ese tiempo ofrece a su pequeña palabras de ánimo, sabiduría y algunas historias que te entretendrán durante la espera.