La edad afecta a los distintos planos de la vida, y la conocida crisis de los 40 también puede notarse en este plano sentimental. ¿Cuáles son los cinco síntomas de la crisis de los 40 en el amor?
Nostalgia del pasado
Te gusta hacer muchos de los planes que hacías tiempo atrás, te gusta visitar lugares que te conectan con momentos pasados. Es como si una nube de añoranza estuviese presente en tu corazón. Esta nostalgia te lleva a replantearte muchas cosas. Por ejemplo, todos aquellos sueños que no has hecho realidad, todas esas metas que han quedado pendientes de llevar a cabo. Recuerdas cómo te proyectabas en la etapa de los 20, con la sensación de tener un futuro infinito por delante, y ahora en cambio, sientes que el tiempo ha pasado casi sin darte cuenta.
Pérdida de juventud
La crisis de los 40 también viene acompañada por la sensación de un duelo. Es el duelo que acompaña a la despedida de la juventud. Especialmente, porque la crisis de los 40 también se enmarca en un contexto social y cultural.
Es decir, desde esta perspectiva, la persona hace balance de objetivos que, en muchos casos, tienen que ver con los convencionalismos sociales de aquello que se supone que acompaña a cada edad. De este modo quien, teniendo el deseo de haber encontrado el amor, no lo ha encontrado en este momento, puede sentirse especialmente triste, como si se le hubiesen cerrado todas las puertas.
La edad adquiere un valor absoluto
La edad cae como una losa psicológica en la mente del protagonista. La persona puede llegar a obsesionarse un tanto con la barrera de la edad y con todo aquello que supone cumplir años. Sin embargo, existen muchas respuestas posibles ante esta circunstancia. Por ejemplo, la persona puede evadirse de su realidad presente aspirando a un estilo de vida más propio de los 20 años.
Si estás pasando por una crisis de este tipo, recuerda que todavía te quedan muchas cosas por vivir en el presente y en el futuro. No te obsesiones con el pasado.