Si existe un tipo de relación que resulta realmente difícil es tener un vínculo afectivo con una persona narcisista. Es decir, alguien que prioriza constantemente sus propias necesidades y tiene un ego gigante que ocupa todo el espacio de la relación. ¿Cómo saber si tu pareja tiene este modo de ser?
Cualidades de una persona narcisista
Cuando hacéis planes en común, casi siempre cedes tú para elegir actividades que quiere realizar tu pareja en ese momento. Sientes que debes dejar en un segundo plano tus propias expectativas porque si tu pareja cede, lo hace con desgana. Experimentas la frustración de sentir que no te tiene tan en cuenta como te gustaría.
El punto débil de una persona narcisista es que le cuesta escuchar. Y en cambio, le gusta sentirse escuchado por los demás. Entonces es feliz. Pero este tipo de vínculo genera mucha insatisfacción en el otro.
Exceso de individualidad
El esquema de una persona narcisista puede expresarse en el lenguaje a través de la fórmula «yo, yo y yo». En raras ocasiones, tiene presencia el nosotros que es la base del amor verdadero a través de la consolidación de un equipo. Sin embargo, una persona narcisista observa la realidad desde el ego durante gran parte del tiempo.
El narcisista se comporta como si fuese el centro del mundo y tú tuvieses que girar a su alrededor. Una persona que confunde la vanidad con el amor propio. Le preocupan mucho sus sensaciones y sentimientos pero no da tanta importancia a tu mundo afectivo. Es decir, en muchos momentos, echas de menos que se ponga en tu lugar cuando le explicas cómo te hacen sentir algunas de sus actitudes. Sientes que no tiene la empatía necesaria como para mantener un diálogo de igualdad entre ambos. Otro posible síntoma de malestar es que te sientes solo a pesar de estar acompañado.