Existen personas que consideran que los celos son inherentes al propio amor, es decir, consideran que es imposible amar a alguien de verdad y no sentir ciertos celos ante algunas actitudes. Esta creencia irracional no solo daña al amor en sí sino también, a uno mismo. Los celos son un sentimiento molesto, incómodo y desagradable que rompe con los cimientos de la autoestima personal. ¿Utilizas los celos para mejorar tu relación de pareja?
Cambia de actitud
En caso de ser así, cambia de actitud, en primer lugar, por ti mismo. Cultiva tu bienestar a través de la confianza y la independencia emocional. En caso de sentir celos, transforma este sentimiento en una iniciativa para mejorar la comunicación, habla con tu pareja, comparte tus miedos y muestra tu vulnerabilidad. Pero nunca recurras a la técnica de manipulación de querer llamar la atención de tu pareja a través de un plan concreto con el que darle celos.
Invierte tu energía en un fin gratificante
Los celos desgastan, producen cansancio psicológico y te dejan sin energía para poner la atención en un fin más constructivo. Disfruta del momento, no te obsesiones con el futuro y confía. Evidentemente, en ocasiones, una persona puede experimentar celos ante hechos objetivos que muestran una infidelidad, por ejemplo. Pero este artículo remite a esos casos en los que los celos son fruto de la pura subjetividad.
Cuando los celos se convierten en una fuente de sufrimiento hasta el punto de que limitan al extremo la vida del sujeto, es muy importante pedir ayuda profesional y tener presente que los celos se pueden superar: ¿Por qué seguir sufriendo por un aspecto que se puede modificar con el aprendizaje necesario en una terapia? En las relaciones personales conviene intentar no hacer a otra persona aquello que uno no desea recibir.