Miles de recuerdos amontonados en el corazón…Acabas de encontrarte con un antiguo amor, es inevitable volver a poner a flor de piel sentimientos desprendidos de experiencias que siempre permanecen.
Es muy probable que el modo en qué afrontes este tipo de encuentros casuales dependerá si en tu vida sentimental hay asentado un fuerte amor o, por el contrario, pasas por momentos solitarios. Pero, incluso, en ambas situaciones puede suceder no tener cerrado bien un capítulo del pasado que ahora te hace sentir nuevo, aunque sea de forma pasajera.
La recomendación es abandonar los apegos que te hacen sufrir o te ponen en situaciones comprometidas ¿Estás atrapado por el pasado? Entonces sería bueno que te sometieras a un psicoanálisis para dar con las razones y de este modo lograr un paso adelante. Lo que importa es el presente, “carpe diem” y si en los momentos actuales eres bien correspondido y disfrutas de plenitud en la pareja, ¿para qué complicarse la vida o complicársela al otro?
Cuando seleccionas a una pareja cobran un peso relevante los comportamientos pasados de familia, el trato recibido de los padres, los hermanos, los tíos, los abuelos. Hay que romper el ciclo de un ayer borrascoso: ¡Se puede conseguir! Una relación de pareja no se merece pasar por multitud de problemas salpicados de inestabilidad. De generación en generación los patrones de conducta se van reproduciendo: las conductas incorrectas probablemente serán imitadas por los hijos.
Lo mejor es revivir juntos el pasado de un modo únicamente amistoso. En numerosas ocasiones se logra “quedar bien” con el ex y aunque en el instante de la ruptura hay que cicatrizar heridas, con el paso de los años puede aflorar una bella amistad.
Buda nos dejó claro que
la felicidad y la desdicha dependen de cómo afrontemos los acontecimientos, no de la naturaleza de los acontecimientos en sí.