Cada situación sentimental, tiene sus grandes beneficios pero también, algún inconveniente. Y son dichos inconvenientes los que se convierten en la excusa perfecta para añorar ciertos placeres de la soltería o del matrimonio (dependiendo de las circunstancias de cada uno). En este artículo enumeramos aquellos factores que los casados envidian de los solteros. Tanto casados como solteros pueden idealizar las ventajas de la situación sentimental opuesta.
La libertad en la gestión del tiempo
La libertad absoluta en la gestión del tiempo, poder organizar la agenda de acuerdo a las propias necesidades sin tener que ceder en favor de la pareja cuando se trata de realizar una actividad que no es del gusto personal. En relación con esta libertad del tiempo, los casados también viven etapas en las que echan de menos tener más espacio para sí mismos y para poder quedar con sus amigos.
Tener menos obligaciones
Un casado asume responsabilidades familiares de las que se siente libre un soltero. Desde este punto de vista, un casado también puede tener momentos en los que eche de menos aquella etapa de su vida en la que el grado de responsabilidad era menor. Esta añoranza es tan lógica como que un soltero pueda echar de menos en otros momentos tener una pareja con quien compartir su vida.
La conciliación laboral es más compleja y más exigente cuando un trabajador debe dedicar tiempo también a su familia. Por el contrario, un soltero tiene más facilidad para disfrutar del tiempo de ocio entre semana e ir al cine en lunes. Además, un soltero también gestiona su economía de acuerdo a su situación presente pudiéndose dar más caprichos personales.
Por el contrario, un casado que ha formado una familia también debe aprender a renunciar a caprichos personales, para ajustar el presupuesto mensual y priorizar qué es lo importante respecto de lo secundario.