La soledad elegida puede enmarcarse en diferentes momentos de la vida de una persona. En ocasiones, llega después de una ruptura. Así ocurre cuando la persona llega a la conclusión de que necesita tomarse su tiempo para centrarse en sí misma y sanar las heridas emocionales. ¿Cuáles son los tres beneficios de la soledad elegida después de una ruptura?
1. Conexión con el presente
La nostalgia del pasado puede irrumpir en momentos significativos durante el primer año después del adiós. Por ejemplo, en fechas que conectan con el recuerdo de tradiciones compartidas en pareja. La decisión de la soledad elegida se contextualiza aquí y ahora. Por tanto, es un impulso para vivir el presente.
2. Aprendizaje personal
Un amor deja huella en la existencia del protagonista. Lo vivido forma parte de la biografía. Mientras que el enamoramiento se percibe como una etapa muy especial, la ruptura puede llegar a convertirse en un episodio incómodo. Existen diferentes formas de gestionar el proceso. Y el aprendizaje personal es clave para obtener lecciones centradas en la propia experiencia. Reflexiones que están relacionadas con el amor, la esperanza, la comprensión y el perdón. La soledad elegida te ayuda a poner en perspectiva todo lo vivido.
3. Encontrar una verdadera compañía en uno mismo
No es positivo que una persona se encierre en sí misma después de la ruptura. Necesita compartir cómo se siente con aquellos que le rodean. Pero el principal apoyo es aquel que nace de uno mismo. En ese caso, la persona tiene la capacidad de tomar decisiones que incrementan su resiliencia frente al desamor. Abrazar la soledad elegida de forma consciente es terapéutico en este momento. ¿Qué ocurre cuando alguien pretende tapar un posible vacío interior con la ocupación continua o la búsqueda de otra compañía? En algún momento, la soledad vista como un sentimiento negativo irrumpe con más fuerza.
Tres beneficios de la soledad elegida después de una ruptura que pueden ayudarte en el proceso de la despedida.