Existen personas que llevan muchos años de soltería prolongada o intermitente. La soledad, llega un momento, en el que se convierte en el mejor estado emocional para aquellos que han cerrado su confianza en el amor. Más que ser un estado ideal, las personas se acostumbran a estar solas, se acomodan tanto en su situación que la idea de buscar una pareja les produce pereza y cansancio. En la vida es fundamental que cada persona aprenda a estar contenta con la situación presente que le toca vivir: por tanto, no es mejor, ni peor tener pareja. Pero sí es verdad que detrás de la soledad prolongada puede existir también la sensación de haber fracasado en el amor, y ante el temor de fracasar de nuevo, los solteros crónicos prefieren, directamente, no volver a intentarlo para no sufrir.
En muchos casos, existen personas que han pasado del extremo de creer en los cuentos de hadas y en el príncipe azul, a caer en el escepticismo más absoluto. El precio del idealismo sentimental también es muy caro ya que es difícil encontrar un molde en la realidad que encaje con ese esquema mental tan inalcanzable.
Los solteros crónicos pueden estancarse en su situación pero a nivel emocional, eso no es positivo. No significa que tengan que estar buscando una pareja, pero al menos, conviene tener la puerta medio abierta para no dejar escapar una oportunidad que merezca la pena.
Existe una realidad, y es que conforme mayor se hace una persona, más le cuesta encontrar pareja porque las posibilidades de conocer gente soltera se reducen de forma considerable. Sin embargo, eso no significa que sea imposible en tanto que existe gente que a pesar de estar en pareja, vuelve a la soltería como consecuencia del divorcio o de haber enviudado, por ejemplo.