Ser víctima de un impostor emocional


Las personas que en algún momento son víctimas de un impostor emocional, es decir, de alguien que aparenta ser lo que no es, juega con las expectativas de otra persona y muestra un cariño que no es real, se suelen sentir culpables por haber caído en la trampa. Lo cierto es que conviene dar un giro a esta actitud para entender que quien en realidad, debería sentirse culpable es quien hace daño, no quien de buena intención, confía en otra persona. Pero además, los estafadores emocionales, engañan, pero la verdad es que son perfectos maestros de este engaño, es decir, tienen algo que les hace resultar, en apariencia, confiables. ¿Qué hacer entonces?

Dar tiempo al tiempo y ser muy observador. Estate atento a todas las acciones del otro para ver si existe coherencia o si no la hay. En algún momento, te encontrarás con la verdad en toda su intensidad, y puede que te preguntes, por qué no la has visto antes. En ese caso, no pienses en el tiempo perdido porque en realidad, no es una pérdida, sino vida experimentada, y mejor, siéntete afortunado de haberte quitado un peso de encima al alejarte de una persona que solo te trae preocupaciones.

Los impostores emocionales están ahí, en el mundo, y cualquier persona puede ser víctima potencial de ellos. Por esta razón es tan importante entender, en el contexto del amor y de las relaciones interpersonales, que no se conoce a una persona en un día, que hay que dar tiempo al tiempo para poder valorar a alguien tal y como es, sin ningún tipo de máscaras, ni artificios. En algunos casos, las personas te decepcionan, pero en otros muchos casos, te llevas muy buenas sorpresas y gente que alimenta tu vida en positivo. Sigue tu vida, camina hacia el futuro y deja atrás todo lo negativo. La imagen de este post está tomada de la película La víctima perfecta, historia que te invito a disfrutar.

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