Cuando se produce una ruptura de pareja, cada persona no tarda el mismo tiempo en pasar página y marcar distancia respecto al ayer. Existe un sentimiento posible y muy humano tras el adiós: sentir envidia ante la felicidad de la expareja al conocer la noticia de que ha rehecho su vida o al saber que se muestra poco afectado en la nueva etapa. La envidia surge como una forma de tristeza que remite a la propia carencia. Es decir, aquel que siente envidia se entristece en realidad de su propia tristeza. En la mayoría de los casos, suele ser totalmente aconsejable cortar el contacto después de la ruptura para poder rehacer el mundo interior.
Romper también el contacto tecnológico
Sin embargo, en la sociedad tecnológica, son muchas las parejas que no cortan todas las vías de contacto y siguen conociendo información sobre su ex a través de las redes sociales. Este tipo de comunicación fomenta la comparación entre la forma de afrontar la ruptura que ha tenido cada uno y se producen heridas internas.
Cómo continuar con tu camino
En primer lugar, es muy importante recordar que la felicidad es un sentimiento interior que puede ser engañoso cuando lo observamos desde el punto de vista externo. Una persona puede transmitir imagen de bienestar porque intenta proyectar esa imagen y, sin embargo, no sentirse tan plena a nivel interno. Lo más importante en una ruptura de pareja es poner el punto de atención en uno mismo. Incluso puede ser aconsejable pedir a amigos comunes que eviten comunicarte información sobre tu ex.
Manteniendo esta distancia emocional puede resultar más sencillo potenciar la gratitud hacia la otra persona y alimentando el deseo interior de que sea feliz en esta nueva etapa. Estos buenos deseos son una energía positiva para uno mismo ya que la envidia es como una cadena que ata al corazón al pasado.
Yo.hace casi un mes que nos dejamos y todavía no caigo que fue lo que hic mal para que ella me cambié por otra persona que prácticamente tiene . Lo que yo no le pude dar . Son lujos . Y la necesito la sigo amando , en realidad la.amo y la perdí