Es difícil describir una etapa de tanto vértigo a nivel emocional como el enamoramiento. El vértigo implica en cierto modo miedo pero también, es un miedo que merece la pena correr en tanto que es mayor la fuerza que te impulsa hacia la otra persona. El vértigo del amor es tal ya sea correspondido o no en tanto que el inicio de una historia siempre implica un grado de incertidumbre importante.
El enamoramiento produce diferentes emociones y unas son más fáciles que otras de sobrellevar. En primer lugar, no siempre sabes al cien por cien qué pasa en la mente de la otra persona. Y de forma extraña, mientras que en algunos momentos puedes creer que le importas, en otros tienes la desagradable sensación de que le eres totalmente indiferente. Del mismo modo, el sentimiento del inicio también causa una alegría tan grande que observas la realidad desde un punto de vista diferente, optimista y alegre.
La ansiedad también puede ser una emoción propia del primer momento. Ansiedad por ver al otro ya que el tiempo de espera se hace interminable y eterno. Cuando no estás con la otra persona te aburres, en cambio, en su compañía el tiempo se te pasa volando. La imaginación también se potencia en un periodo de estas características en tanto que puedes llegar a imaginar una y mil veces momentos junto al otro y recrearte en los ya vividos.
El enamoramiento te produce euforia pero después de esa euforia también puede llegar un sentimiento de apatía total puesto que los cambios bruscos de estado de ánimo también son algo propio de este momento de tu destino que es uno de los más bonitos de la vida. Si ahora mismo estás enamorado, disfruta y lucha por conquistar el corazón de la persona a la que amas.