Además de lo agradable y excitantes que son, los besos franceses juegan un papel muy importante una relación. Actúan como puente entre el amor y el amor. Se pueden utilizar como un instrumento para mantener la llama en cualquier relación, y sobre todo en determinados momentos. Si no mantienes tus besos franceses “en forma”, puedes conseguir perder esa intimidad que sólo tu pareja y tú conocéis.
Pero, ¿cómo puede encajar más besos en tu día a día? Estás tan ocupado… No tienes tiempo… Te has olvidado… ¡Excusas, excusas y más excusas! No queremos decirte que tengas que estar todo el día besando a tu pareja pero, uno rápido aquí y otro más intenso cuando menos se lo esperen, hará que el interés de los dos esté siempre despierto.
Intenta sorprender a tu pareja con unos buenos besos franceses cuando menos se lo espere: durante un atasco, cuando estéis haciendo la limpieza de la casa, etc. Una vez que comiences a buscar esas oportunidades que habías olvidado para dar excelentes besos a tu pareja, te darás cuenta de todas las posibilidades que tienes.
Mantén tus labios firmes, presiona suavemente la boca de la otra persona e introduce poco a poco tu lengua. Enseguida notarás como la lengua de tu pareja también se pone en marcha. Una vez que habéis jugado con vuestras lenguas durante un corto periodo de tiempo, retrocede un poco y cierra los labios para, de repente, volver a atacar. Seguro que si realizáis practicas durante todo el día vuestra técnica mejorará y tendréis una vida sexual mucho más activa.
que se siente cuando se besa