Nadie sale con las manos vacías de una relación estable que se ha roto. En positivo, esas personas guardan en su corazón una experiencia bonita, una historia de amor, momentos compartidos, ilusiones y esperanzas. En negativo, en más de una ocasión, quien rompe una relación estable se siente culpable por el sufrimiento causado al otro, y también, por no haber tomado antes la decisión. Se siente como si toda la responsabilidad estuviera en sus manos, cuando en realidad, la mayoría de las rupturas tienen su causa en las dos personas.
El posicionamiento de amigos y familiares
Una ruptura de pareja no afecta solamente a las dos personas sino que también afecta al entorno de amigos y familiares. Tanto es así que de una forma habitual, se posicionan a favor de uno o de otro, como si una ruptura de pareja fuese una película de buenos y malos. Es importante que el entorno evite contaminar todavía más la situación después de una ruptura de una relación estable. Por ello, lo mejor es evitar criticar al otro.
La persona que rompe una relación estable, no es una mala persona, más bien, en algunos casos, puede que haya pecado de imprudencia y de falta de sensatez. Por ejemplo, cuando prometió algo importante desde la inseguridad de una relación que ya anunciaba ruptura.
Cómo sentirte bien contigo mismo
Cuando rompes una relación y no te sientes bien contigo mismo, es importante que escuches tu corazón. Si dentro de ti no ha habido malas intenciones, de jugar con otra persona, entonces, perdónate. Haz tu periodo de duelo ya que este tiempo no sólo lo tiene que vivir el abandonado.
Habla de cómo te sientes, seguro que cuentas con algún amigo dispuesto a escucharte. En medio de una ruptura, descubrirás quiénes son tus verdaderos amigos y quiénes han dejado de serlo.