Existen algunas diferencias entre los hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida, pero hay algunas que determinan por qué ellos suelen sufrir menos con las relaciones románticas que ellas. Sencillamente no es porque ellas sean más emotivas sino porque ellos encaran las relaciones amorosas de una manera más práctica. Si muchas mujeres se tomaran así el amor, se ahorrarían ir por ahí “besando sapos” y quejándose de la constante desilusión de sus sueños románticos.
La independencia es vital para ellos, aún cuando hoy las mujeres son más independientes que nunca en la historia. Los hombres no pretenden que ellas tengan las virtudes de las que ellos carecen, solo esperan que los sorprendan siendo como les gusta a ellos. Si una chica le gusta no importa si tiene lo que él admira o no, porque no quiere involucrarse en cambiar o mejorar a una mujer sino disfrutar del tiempo con ella.
Los sueños y objetivos individuales son importantes, para la mayoría de los chicos, las metas que se han impuesto son importantes y no pretenden una relación en la que tengan que renunciar a ellas. Muchas chicas pretenden que él se involucre como ella y están dispuestas a renunciar a sus metas y sueños por ellos. Cuando un hombre no se adapta a los sueños románticos, la mujer tiende a presionar y poco a poco se va sintiendo desilusionada.
Cuando él chico sigue sus sueños, ella no le ve como emprendedor, sino como un egoísta que no quiere estar a su lado. Cuando se establece una relación sentimental y el chico sigue persiguiendo sus sueños, la chica se puede sentir desilusionada. Entre las actitudes masculinas que el género femenino se debería tomar nota de estas: involucrarse pero mantener su independencia, amar pero seguir sus sueños, aceptarlo como es y disfrutar la relación.