Amar en los momentos difíciles


El amor en las dificultades es un reto para el corazón que pone a prueba los verdaderos sentimientos en este tipo de vivencias. Amar a una persona en un instante de felicidad absoluto puede ser relativamente sencillo, sin embargo, seguir siendo fiel a este sentimiento cuando surgen los problemas de la convivencia, es todavía más meritorio. Al inicio del enamoramiento existe una mayor exaltación de la emoción y una enorme idealización, con el paso del tiempo existe una mayor racionalidad y una afectividad más serena. Sin embargo, existe mayor realismo en el amor.
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Momentos difíciles en el matrimonio


Una de las metas prioritarias que debe tener presente un matrimonio recién estrenado es que para una sana convivencia hay que desarrollar ciertas actitudes positivas.

La vida en pareja está salpicada de buenos y malos momentos. Cuando éstos últimos “asoman la cabeza” ambos miembros de la pareja deben fortalecer sus lazos de unión para luchar juntos en busca de soluciones. “Si tiras la toalla antes de tiempo, jamás darás una oportunidad al amor verdadero!

Muerte de un ser querido. Se debe evitar dejarse arrastrar por el dolor y la depresión, pero ¿cómo lograrlo? Con fuerza de voluntad y dedicando cada minuto a la realización de asuntos provechosos. Pensar que el alma de esa persona fallecida siempre te acompañará y te guiará el resto de tu existencia.

Enfermedades. El perfecto aliado para combatir una enfermedad es contar con el apoyo incondicional de tu cónyuge. Si lleváis mucho tiempo casados, él/ella mejor que nadie conoce tus puntos débiles y aquello que realmente te hace feliz. Si la entrega es mutua, las dolencias se superan con mayor facilidad.

Débil economía. Cuando falla el trabajo, la economía doméstica se ve seriamente afectada. Deseas cosas que no puedes adquirir y aumenta la frustración. Aprender a conformarse con lo que se tiene es un excelente ejercicio que te ayudará a saber lo que es verdaderamente necesario. Hay que seguir luchando por encontrar un puesto laboral u apoyar a tu pareja en el mismo propósito.

Pérdida de ilusiones. En ocasiones la rutina hace que los miembros de la pareja se vean involucrados en un estado de pasotismo que les crea infelicidad. Busca nuevos alicientes, márcate un viaje, abre las puertas a maravillosas amistades, apúntate a cursos que te interesen. No olvides que por mucho que ames a tu compañero, tanto él como tú necesitáis vuestro espacio propio.

Cuando los hijos impiden encontrar pareja


Enamorarse después de una ruptura amorosa no es nada fácil, pero si además hay niños de por medio, la tarea parece que se complica aún más.
Encontrar una pareja que acepte un hijo de otra relación no es tarea fácil. Es lógico que la otra persona no quiera cargar con esa gran responsabilidad de aceptar un hijo como propio.

Eso, añadido al hecho de querer disfrutar de los inicios del romance a solas, sin interrupciones inesperadas, son las justificaciones que ponen la mayoría de las personas que se encuentran es esa situación, para negarse a salir con alguien que viene con niños «incorporados».

Y es que, a la hora de la verdad no tenemos la mente tan abierta como presumimos. Generalmente el afán por convertirnos en los únicos protagonistas de la vida de la otra persona, hace que en muchos casos, estas relaciones sean complicadas o no prosperen.

Sorprendentemente, son las mujeres quienes más reticentes se muestran a comenzar una relación así. Es una muestra de la fantasía que implica desear que el otro no tenga pasado, y si la relación se formaliza, el deseo de ser la primera mujer en su vida, de “darle” un hijo en el futuro.

Sin embargo, alrededor del 40% de los hombres no tienen ningún problema en intentar iniciar una nueva vida con alguien que aporte hijos de una relación anterior, algo que no tiene por qué ser negativo.

Una buena clave para que estas relaciones funcionen, es dedicar tiempo diario a la relación amorosa, aparte de la dedicación destinada a los hijos. Que la otra persona sienta que el progenitor/a le dedica atención y cuidados, compatibles con los de sus hijos, sintiéndose así que forma parte de sus vidas.