El enfado es un sentimiento interior que puede ser muy saludable cuando se produce por un motivo concreto y este enfado se convierte en una fuerza interior para salir adelante tras una ruptura de pareja. El enfado es un sentimiento natural tras el adiós ya que muchas personas se sienten estafadas a nivel emocional por las expectativas rotas. La ira ayuda a seguir hacia adelante marcando distancia respecto de la otra persona y centrado en uno mismo. Lo que nunca está justificado es convertir este enfado en una excusa para herir a la expareja.
En qué ayuda el enfado
El enfado simplemente puede ser un impulso para cortar la comunicación con el otro, marcar distancia y tener firmeza en esta decisión. Este sentimiento de enfado interior también ayuda a reducir la añoranza hacia la otra persona.
Lo más frecuente es que en el interior de una persona que rompe una relación de pareja estable existan sentimientos contradictorios: enfado y anhelo se intercalan en el proceso hacia el olvido. El enfado no significa caer en el resentimiento crónico. Los momentos más difíciles tras una ruptura de pareja son esos instantes posteriores a la decisión de ruptura puesto que a partir de ahí, llega el momento de tomar conciencia de los cambios que se presentan en la vida. Es en ese instante cuando el sentimiento de enfado es más latente y cuando más ayuda a coger impulso interior para seguir hacia adelante.
Cómo canalizar el enfado
El enfado sano tras una ruptura de pareja puede canalizarse a través de la conversación con amigos de confianza ya que cualquier persona que rompe con su pareja necesita hablar de sí misma y poner palabras a aquello que le ocurre. Caminar por un entorno natural, dormir durante más tiempo, la escritura terapéutica son ingredientes que también ayudan a reforzar el descanso y aliviar el enfado en el desamor.