El ser humano, moriría a nivel emocional sin atención, sin reconocimiento, falta de aprecio y de cariño. Por ello, el cariño es un motor emocional que actúa como un impulso en los buenos momentos y como un alivio en los malos. ¿Cuáles son las claves para dar y recibir cariño de una forma equitativa?
En primer lugar, es indispensable aprender a vivir más allá del individualismo social. Aunque creas que no necesitas a nadie más, no es así. La mejor forma de vivir en sociedad es compartiendo. Por ello, nadie debe hacer el vacío a otra persona. Para recibir cariño, previamente, tienes que animarte a dar y ser generoso. El cariño se muestra a través de los pequeños detalles. Manteniendo el contacto, siendo amable con las personas, interesándote por ellas, haciendo planes…
El cariño es vital en todas las etapas de la vida pero todavía lo es más en la infancia y en la vejez. Merece la pena aprender a vivir con ilusión, sin embargo, muchas personas que se sienten muy solas ya han perdido las ganas de ilusionarte por la amargura que produce no tener ninguna fuente de cariño cerca. En un caso así, es indispensable buscar nuevas formas de integración social.
¿Cómo puedes recibir y dar más cariño? En primer lugar, relajándote, no queriendo controlarlo todo. No se puede vivir esperando una equidad total en el dar y recibir. De hecho, existen parejas en las que uno de los dos está más enamorado que el otro. Es bueno que haya correspondencia pero es agotador vivir midiendo cada gramo de afecto y de atención porque resulta imposible hacerlo de una forma objetiva. Además, también tienes que dejar de lado la timidez. Para finalizar, toma la iniciativa en vez de vivir a la expectativa. En la vida, nos pueden faltar muchas cosas, pero hay algo que siempre tenemos que trabajar: el cariño.