Existe una situación compleja desde el punto de vista de las expectativas. Para cualquier persona, pensar en la ruptura es una elección complicada cuando existe enamoramiento. Sin embargo, el enamoramiento no lo justifica todo. Esto es lo primero que debes recordar en estas circunstancias.
La relación no avanza
Por muy enamorado que estés, si estás con una persona que no siente lo mismo por ti en la forma en la que a ti te gustaría, estar en esa relación te va a dar más disgustos que alegrías, te vas a sentir vacío al entregar tu corazón a alguien que no te devuelve la misma ilusión en la misma forma. Por tanto, cuando la relación no avanza debes romper para seguir con tu vida.
Amor propio
Eres una persona que mereces amar y ser amada de verdad. No mereces mendigar la atención de alguien que siempre te muestra otras ocupaciones diferentes, por ejemplo, la adicción al trabajo o la preferencia por estar con los amigos. La autoestima es razón suficiente para romper una relación de pareja que está afectando precisamente a ese autoconcepto que tienes de ti mismo.
Un acto de libertad
Por muy enamorado que estés, sigues siendo una persona libre. El enamoramiento no te encadena a una situación limitante. Desde el punto de vista racional, puedes meditar tus decisiones y tomar mejores elecciones. De este modo, romper una relación que te aporta sufrimiento crónico es un gesto de libertad sano y positivo, incluso estando enamorado.
El amor es más que enamoramiento
No solo es que el enamoramiento no lo justifica todo, sino que además, el amor en el sentido amplio de la palabra es mucho más que enamoramiento. Para disfrutar de una relación de pareja necesitas de más ingredientes emocionales y de una estabilidad afectiva en una relación que te ofrece una seguridad para desarrollarte a nivel individual y sentimental.