La dependencia extrema en la pareja es mala, sin embargo, por una cuestión equivocada, también existen personas que consideran que el hecho de estar todo el día juntos o que uno sepa absolutamente todo de la vida del otro es bueno. En realidad, no es así. Cualquier persona, por enamorada que esté, tiene derecho a una parcela de privacidad y de intimidad. Por ello, hoy me gustaría centrarme en aquellas cosas que nunca se deben hacer y que siempre, se tienen que evitar para valorar de verdad a la otra persona.
En primer lugar, existen personas que escriben parte de su vida en un diario. La tentación que tienen potenciales lectores ante estas páginas puede ser muy grande. Sin embargo, como persona que respeta la intimidad del ser amado, debes evitar leer dicho diario aunque sepas dónde está guardado. Si tus tenciones de leerlo son fuertes, entonces, sé sincero y dile a tu pareja que, por favor, lo guarde en un lugar que tú desconozcas.
Del mismo modo, por máxima confianza que haya en una pareja, nunca debe ser uno el encargado de abrir las cartas del otro. Recuerda que la correspondencia es privada. Por supuesto, la sociedad de las nuevas tecnologías, amplía el abanico de formas por las que uno de los dos puede no respetar la intimidad del otro. En este caso, lo adecuado es que las contraseñas del correo electrónico, solo las conozca el usuario y no, ambos.
Para finalizar, existen muchas infidelidades que son descubiertas a través del teléfono móvil. Sin embargo, para ahorrarte disgustos innecesarios, evita leer los mensajes de móvil de tu pareja, de lo contrario, cualquier palabra puede parecerte fuera de lugar y de contexto. La intimidad es un verdadero derecho al que nadie debe renunciar a pesar de compartir la vida en común.
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